Hoy voy a hacer un alto en el camino entre tanto "post" dedicado a la política nacional e internacional y otros asuntos de pretendido interés social. Esta pasada noche he tenido el infortunio de dormir apenas un par de horas -no salgáis nunca por la noche y os atiborréis de Coca Cola exclusivamente, porque luego no hay quien pegue ojo- y aunque vengo de un largo viaje de más de cuatro horas por extraños y ocasionalmente sugerentes universos oníricos, mi espíritu aún se encuentra sumido en un estado de letargo demasiado acusado como para afrontar retos de gran calado editorial.
Por ello, hoy me voy a valer de la ayuda de un/a "bloggero/a" que cada semana se dedica a lanzar cinco preguntas al ciberespacio para que los que no tengamos otra cosa que hacer, las contestemos. Él/ella llama a estas preguntas "Las cinco del viernes", supongo que con la intención de rendir tributo al quinto día de la semana, pues debe ser la jornada en la que se le pasan por la cabeza y las escribe.
Son preguntas del tipo ¿cuál es tu comida favorita?, ¿cuál fue la última vez que...? o ¿dónde estabas cuando sucedió tal acontecimiento?. Es decir, cuestiones muy banales en la línea de las que se hacen a una chica o te hace ella en una primera cita, por ejemplo, pero que me servirán para completar un "post" de urgencia, ya que me apremia el tiempo para ver el Valencia-Real Madrid e insisto, mi intelecto se niega en redondo a dar más de sí en estos instantes.
Bueno, allá voy con las interrogantes de marras y sus correspondientes respuestas.
¿Cuál es tu libro favorito?
No me quedaría con ninguno especialmente. Por ser los últimos que he leído, por sus detalles históricos, su calidad y amenidad y porqué no, por ser también el origen del "nick" o "alias" que utilizo para presentarme en esta página, me quedaría con la pentalogía de Colleen McCullogh sobre la Antigua Roma. También seleccionaría alguno como El Médico, Los Pilares de la Tierra (algo fantasioso aunque muy entretenido), Moisés, el Profeta Fundador, Sinhué el Egipcio, y una biografía de Napoleón, escrita por Max Gallo.
¿Cuál es tu película favorita?
Tampoco puede uno quedarse con una sola. Se me ocurren varias. Entre las más recientes citaría la serie de "La Guerra de las Galaxias", las aventuras de Indiana Jones, Gladiator, algunas de dibujos de Disney, las dos que se han estrenado hasta la fecha de "El Señor de los Anillos", Titanic, El Sexto Sentido y Braveheart, por detenerme en alguna. Y entre los clásicos, yo me quedaría con El maquinista de la General, Murieron con las botas puestas, Con la muerte en los talones, La fiera de mi niña, Historias de Filadelfia, Casablanca, Uno, dos, tres, Una tarde en la Ópera, Ninotchka y Ser o no ser. Hay millones de obras maestras entre los años 40 y 50, época dorada del cine norteamericano a mi entender, pero estas son las que me vienen ahora a la cabeza.
¿Cuál es tu sabor de helado favorito?
Tarta de queso con arándanos de Hagën Dazs, sin duda.
¿Cuál es tu canción favorita?
Aquí sí que no puedo elegir. Me gustan muchísimos estilos de música -pop, hip hop, rock, tecno-house, dance, clásico- pero ahora mismo, no estoy para realizar extraordinarios ejercicios de memoria que me permitan recordar determinadas canciones. En mi mente hay melodías y algunas letras, pero muchas veces no alcanzo a rememorar el título de la canción en cuestión. Por decir algo y quedar como un tipo labrado y culto ante mi auditorio, señalar que en el coche siempre llevo puesta una cinta con la grabación del concierto que Carreras, Pavarotti y Plácido Domingo ofrecieron en las Termas de Caracalla en Roma, año 1990, con motivo del Mundial de Fútbol que por entonces tuvo lugar en Italia. Se trata de canciones populares rusas, francesas, españolas, alemanas e italianas, cantadas por estos tres genios y entre las que destaca por encima de las otras, la soberbia voz de Plácido Domingo y cómo no, el éxtasis de la interpretación de "Granada" por parte de Carreras. Ésta última la he escuchado infinidad de veces y se me sigue poniendo la carne de gallina.
¿Cuál es tu ciudad favorita?
Soy natural de Madrid y con ella me quedo. Pero he de reconocer que en España he visto ciudades más bonitas, como Barcelona o Vitoria. Y en el extranjero, del que desafortunadamente poco conozco, escojo sin pestañear a París.
Bueno, se terminó por hoy. Gracias al autor/a de estas preguntas por rescatarme y poder escribir algo en el día de hoy, aunque espero no tener que volver a utilizar este recurso hasta dentro de mucho tiempo.
Lucio Decumio.
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