29 abril 2005

La pesadilla

Llevo más tiempo del deseado sin actualizar y sin colgar nada en mi tragaluz al ciberespacio debido a las andanzas de no sé aún muy bien qué duendes en mi PC. El pasado domingo, renové con éxito mi licencia de Panda por otros seis meses y desde ese momento, todo han sido más y más problemas.

Una vez terminado el registro, Panda me invitó a descargarme una actualización -a partir de ahora "platis2005"- de su Panda Platinum Internet Security, sin advertirme que para instalarla, debía antes eliminar cualquier otro rastro de Panda en mi PC. Para cuando me informaron por correo, ya a la mañana siguiente, era demasiado tarde y tuve que irme a un punto de recuperación de Windows XP para poder volver al estado anterior.

Una vez retomada la conexión a Internet y la configuración anterior a la descarga e instalación de "platis2005", me percaté de que ya no recibía actualizaciones, dato que hice saber por correo al Servicio de Soporte de Panda, con el que por cierto, únicamente se puede contactar a través de correo-e. Tardaron tres días en contestarme y me dijeron que tenía que desinstalar mi Panda Platinum Internet Security -ya lo había intentado sin éxito, algo que entenderá perfectamente cualquier usuario que haya tratado de desinstalar Panda en su PC- siguiendo unas diabólicas instrucciones de más de dos páginas, que consistían en la descarga de un ejecutable en las carpetas de Panda y en la eliminación a mano de mil y un registros en otras tantas carpetas. Espeluznante.

Cuando hoy por fin he logrado desinstalar Panda y todos sus registros y archivos residuales, he vuelto a instalar el célebre "platis2005" pero el programita de marras, vuelve a impedirme la conexión a Internet o a cualquier otro servicio vía web. Da igual que te metas en todos los recovecos y en todos los huecos y opciones de configuración del programa. No hay pistas sobre cómo lograr que funcione el antivirus sin que bloquee la salida y entrada de datos a través del módem.

Así que he vuelto a desinstalar "platis2005" para instalar de nuevo mi viejo Panda, con la intención de tratar de iniciar de nuevo el proceso desde el principio y así estoy, preocupado por una miserable mejora de mi antivirus que debería haber sido programada para que se instalara sobre el programa original y haberme dejado en paz. Pero no, los hijos de la gran chingada de Panda te roban primero los 40 euros que cuesta la renovación de licencias y actualizaciones y luego te dejan tirado en mitad del desierto peleándote con su aplicación del infierno para desinstalarlar y poder instalar una nueva versión que cuando logras integrarla en tu PC, no te deja conectarte a Internet.

Así que os podéis imaginar cómo estoy.

Después del puente, que pasaré en las costas del sur de nuestra amada Nación, espero tener algo más de suerte.

Lucio Decumio.

20 abril 2005

Quince líneas

Aunque sea con una pinza en la nariz, tomo prestada la noción de brevedad que quiere transmitir el programa de Televisión Española "59 segundos" y trataré de resumir en no más de quince líneas, mi parecer y mi juicio acerca de algunos asuntos de actualidad. Sé que entre muchos de mis irredentos seguidores, se derramarán no pocas lágrimas de desconsuelo y aflicción por semejante giro hacia la concisión, pero a veces, hay que ser inflexible. Ya habrá tiempo de volver a mis largos y celebrados soliloquios.

A/ Carrillo, agredido.

O eso ha parecido. La verdad es que sólo he leído algunas reseñas en prensa y no he tenido oportunidad de ver imágenes de tan previsible episodio, si es que las ha habido. Y digo previsible por las mismas razones que ya mencioné en este humilde tragaluz hace unos días, bajo el epígrafe de "La trampa". Como podéis comprobar, la ficción que yo describía no ha tardado mucho en grabar sus primeras tomas. Este juego pirotécnico que ha empezado ZP y que consiste en tomarse cumplida revancha de la derrota izquierdista en la Guerra Civil, puede llevarnos al desastre. Desde aquí, a los pocos o muchos que puedan leerme, pido moderación. Somos mejores que ellos y tenemos que demostrarlo con la razón, con argumentos y con ideas en lugar de fotocopiar sus tácticas coactivas. Con sosiego, calma y sentido común, se les podrá poner en su sitio.

B / María San Gil.

Es el contrapunto a la entrega protagonizada por el genocida de Paracuellos. Cuando fue a votar el pasado 17 de Abril en las elecciones autonómicas vascas, hubo de hacerlo en medio de los abucheos y las amenazas de los caimanes etarras. Escoltada, como siempre desde hace años y como la inmensa mayoría de cargos "populares" y socialistas en el País Vasco, afrontó con la entereza propia de quien arrostra a diario el peligro de la amenaza de muerte, el penúltimo fascículo de la ignominia a la que están sometidos quienes no se pliegan a los designios de la delirante fantasía nacionalista. En este caso, ZP no sólo no ha corrido a buscar y a detener a los culpables de la agresión, como sí sucedió en el lance de Carrillo o en el anterior de Bono, sino que les ha permitido presentarse a las mismas elecciones a las que María San Gil tuvo que acudir rodeada de escoltas.

C/ Revisión de juicios.

Penúltimo capítulo del irracional desquite antes mencionado. La Fiscalía del Estado, en lugar de dirigir sus esfuerzos para actuar de oficio contra el PCTV como indiscutible heredero político de Batasuna o hacer cumplir la Ley a personajes como Atucha, quien se negó obstinadamente a acatarla para permitir la aprobación del Plan Ibarreche en el Parlamento Vasco, pierde el tiempo a instancias de Largo Zapatero e Indalecio Pérez Rubalcaba con el fin de encontrar fórmulas que permitan revisar los juicios franquistas que dieron con los huesos de un buen puñado de republicanos, en fosas, cárceles, tumbas y nichos. Sin embargo, nada se hará por revisar los que desembocaron en el asesinato de por lo menos, otros tantos simpatizantes franquistas a manos de las izquierdas. ¿Tienen pensado revisar también los sangrientos ajustes perpetrados entre sí por comunistas, anarquistas y socialistas durante la guerra? Seguramente no, pues apenas hay constancia de procesos judiciales al efecto.

D/ Disidencia.

Mientras Sabina, Aute, Saramago, Almodóvar, Víctor Manuel, Ana Belén, los Bardemes y demás chusma retozan cómodamente en las piscinas climatizadas de sus viviendas de lujo, a la espera de que les lleven hasta las mesas de cedro de sus despachos nuevos manifiestos de apoyo irredento a Fidel que poder firmar con alborozo, en Cuba, el posicionamiento ideológico en contra del tirano, se paga caro. O barato, según se mire. Desde hace algunos años, Castro envía a los astilleros DOK de Curaçao, Antillas Holandesas, remesas de trabajadores cubanos -es decir, de compatriotas- que en condiciones más cercanas a la esclavitud que a otra cosa, se encargan de saldar una importante deuda contraída por la tiranía caribeña. Como al cacique le fue imposible abonar el coste de la reparación de un buque hace unos años, los trabajadores antes mencionados duplican las horas de faena de sus compañeros antillanos y cobran la décima parte del salario que perciben éstos. Dos pájaros de un tiro. Castro se quita lastre político despachando disidentes hacia la servidumbre y al tiempo, aligera el débito contraído. Cuando ZP convierta a España en un páramo económico, me veo en una de esas minas de fosfatos que rapiñan los marroquíes en el Sáhara, como reintegro de algún nuevo adeudo adquirido con el monarca sarasa.

E/ El Mundo.

Desde hace más de un año, el enlace que aparece a la derecha de esta página y que se dirige directamente al diario de Pedrojota, manifiesta abiertamente que tarde o temprano, el periódico que destapó las ollas podridas de todo el tardo-felipismo, terminará por sacar en portada la noticia definitiva sobre el 11-M. A estas alturas, pasados ya trece meses desde la matanza, Ramírez debe tener en su poder pruebas concluyentes de que los hechos, tal y como he expresado en muchas ocasiones aquí, no sucedieron tal y como los pintaron PRISA, el PSOE, IU y los nacionalistas entre el 11 y el 13 de Marzo, sino curiosamente, a la inversa. Desde mi corto entendimiento, supongo que "El Mundo", que actualmente se está jugando la "pole" en la parrilla de salida hacia una nueva concesión de televisión analógica, está esperando al desenlace de las vueltas de calificación para golpear con más o menos virulencia, en la línea de flotación de ZP. Aunque la libertad de expresión recuperaría enteros con la irrupción de un canal adscrito a la línea editorial del citado diario, creo que todos saldríamos ganando si Polanco se impusiera, con la ayuda de los jueces, en las sesiones de preparación. A buen entendedor...

F/ Benedicto XVI.

Dime quién te critica y te diré cuánto vales. Me permito la licencia de modificar a mi propia conveniencia el célebre refrán y se lo aplico al nuevo Pontífice. Alguien que habla con la claridad y la precisión con que lo ha hecho Ratzinger acerca del relativismo moral que nos invade, merece la pena ser escuchado y tenido en cuenta. Salvo claro, por quienes han convertido dicho relativismo en una doctrina machacona, absoluta e irrebatible, que además, condena a la marginalidad social a todos aquellos que se niegan a acatarla o practicarla. Santidad, si desde España le critican personajes como Manuel Chaves, Gaspar Llamazares, Boris Izaguirre, Javier Sardá o poderosos grupos mediáticos como PRISA o Telecinco, es que está usted en la senda correcta, seguro. Los relativistas no soportan a la gente que con ideas claras, les hace frente. Los relativistas no quieren cambios en la Iglesia para que ésta mejore o se aproxime más a sus ideas laxas, sino simplemente, para que desaparezca una institución que les planta cara. Los relativistas querrían ver a un Papa con camiseta ajustada y gallumbos apretados que pegara gritos como una verdulera el día del orgullo gay. Pero la Iglesia es algo serio, que con sus defectos y sus virtudes a lo largo de 2.000 años, jamás será una jaula de grillos ávidos de poder o la arena de un circo repleto de personajes grotescos y afeminados que se revuelcan en su propia zafiedad. Y por ello, su cabeza visible, es un tipo serio.

G/ "No" francés.

El próximo mes de Junio, creo, tiene lugar en Francia el segundo referéndum consultivo que persigue la aprobación del Tratado por el que se establece una Constitución Europea. El primero, como bien es sabido, se celebró en España con un 60% de abstención y de los votos emitidos, cerca de un 20% negativos, nulos o en blanco. Aún así, ZP se quiso apuntar una victoria indiscutible y mostrársela al país como el rayo de luz que iluminaba su oscuro acceso al Poder. Pues bien, tantas prisas, tantas ganas de mostrarse lisonjero con sus nuevos amos franceses y alemanes y consigo mismo, puede al final volvérsele en contra. Lo que los españoles no nos atrevimos a decir en el mes de Febrero, básicamente por indolencia, podrían decirlo los franceses dentro de unas semanas. Y de todos es sabido que el "no" de cualquier país al Tratado, es un "no" definitivo al mismo. Así, una campaña absurda, colmada de pasajes absurdos, de mítines absurdos y de declaraciones absurdas, en la que el PP fue rehén de un sentido de Estado mal entendido y que fue coronada por un referéndum absurdo, habrá servido para nada. Si definitivamente triunfa el "no" en Francia ¿con qué nueva pirueta argumental nos sorprenderá y deleitará el PSOE para acusar al PP de la negativa de nuestros vecinos allende los Pirineos?

H/ Ministros cortina.

Dos ejemplos vivientes de este tipo de ministros son María Antonia Trujillo, con sus soluciones habitacionales y sus propuestas para construir viviendas de protección oficial de 25 m2 y Miguel Ángel Moratinos, con sus viajes mendicantes por Estados Unidos y medio mundo en busca de una absolución norteamericana que ni él ni ZP merecen. El "ministro cortina" es aquel al que ZP y Rubalcaba le han encargado el trabajo sucio de ponerse en primera línea de combate mediático y aparecerse ante la opinión pública como un inepto integral que en virtud de sus patinazos y de sus salidas de tono, tenga ocupada a la prensa, a la Oposición y a los ciudadanos en discusiones bizantinas que les distraigan de los verdaderos problemas y de las verdaderas intenciones del Ejecutivo. Es el caso del proyecto de Estatuto del Periodista Profesional, que IU a instancias del PSOE, presentará en el Congreso. El proyecto, muy en la línea de lo que la izquierda ha interpretado siempre como el control de la Prensa, prevé limitar el acceso a la profesión a través del establecimiento de un carnet profesional, concedido por unos consejos de la información nacional y autonómicos, que estarán formados por representantes políticos, sindicales y demás terminales asociativos. Comisarios políticos, en definitiva, que velarán para que sólo accedan a la profesión aquellos que estén dispuestos a transmitir acríticamente a la opinión pública, la visión sesgada y sectaria de la realidad que quiera imponer el gobierno.

Lucio Decumio.

18 abril 2005

En coma

Desde hace decenios, la sociedad vasca vive fragmentada en tres sectores fácilmente reconocibles. El primero está formado por una agrupación mafiosa que se dedica a pegar tiros por la espalda porque le da la real gana. Un segundo grupo lo forman aquellos que o se exilian para no recibir un balazo o se quedan a jugar a la ruleta rusa con el plomo que arrojan los primeros. Y unos terceros que suelen gobernar casi siempre y que pese a que su obligación sería proteger a los segundos, básicamente prefieren abrazarse con los criminales y llorar farisaicamente por el destino de las víctimas.

Esa y no otra es la cruda realidad vasca. Sin embargo, ha sido durante tantos años y sigue siendo a día de hoy tan persistente la indignidad y la anormalidad democrática en aquella región, que incluso para quienes vivimos en otros puntos de España, la irregularidad puede llegar a ser vista en algunos momentos como parte de lo cotidianamente inevitable. Desperezarse y galvanizarse es la clave para entender aquel escenario, ya que a poco que se indague y se rasque en el débil barniz de naturalidad con el que el nacionalismo tiñe los hechos, se nos muestra inmediatamente una situación tan aberrante e inverosímil, que en cualquier país de nuestro entorno no sería en modo alguno concebible.

Que unos asesinos amenacen y maten a sus rivales políticos y a su vez, se presenten a los comicios regionales bajo el cosmético de unas siglas aparentemente inofensivas, no se ha visto en ninguna parte. Que al tiempo, las víctimas de los sicarios tengan que ir a las urnas escoltadas por la Policía Autonómica a cargo de un gobierno que terminará apoyándose en los representantes que obtengan los asesinos, es de locura. Y que el presidente regional y buena parte de la clase política local trate de disfrazar todo ello de normalidad, sólo puede calificarse de sencillamente repugnante.

Así que a la vista de todo lo anterior, los resultados electorales del día de ayer, trufados de todas las irregularidades habidas y por haber, sólo dejan patente que la sintomatología de ese enfermo que es el cuerpo social vasco, se agrava. Y lo hace debido a los factores endógenos tantas veces mencionados -déficit democrático mayúsculo y galopante, amenaza y terrorismo etarra, connivencia peneuvista con los asesinos y abandono y exilio de las víctimas- pero sobre todo y en este caso particular, a causas exógenas, como la maquiavélica y descabellada decisión del Gobierno de la Nación de no actuar con toda la fuerza del Estado de Derecho contra el Partido Comunista de las Tierras Vascas, del que su pestilencia batasuna, apenas si deja dudas sobre su ADN etarra.

Por lo tanto, gracias a la desidia electoralista de ZP y del PSE, los asesinos vuelven a tener su cuota de representación y decisión en la máxima institución legislativa vasca y además, con mejores resultados que los obtenidos hace cuatro años.

Como ha hecho previamente en tantas otras áreas, el insensato ideólogo del "Todos contra el PP" vuelve a tirar por la borda todo el trabajo de ocho años de Gobierno "popular". Ahora, los asesinos blanqueados, pues no otra cosa son los representantes del PCTV, van a convertirse en pieza clave de la gobernación -que no gobernabilidad- de aquella atribulada región y lo que es peor, bajo unas siglas y un impoluto manto de legalidad que permitirá especialmente a Ibarreche, negociar cuantos acuerdos de gobierno o de estabilidad parlamentaria para toda o parte de la legislatura quiera.

Todo va a seguir igual, que es lo mismo que decir que las cosas irán a peor. Se reeditará el mismo gobierno en minoría que se formó en 2001 y gracias al empuje y al apoyo de las nueve alimañas vestidas de apacibles reses de granja, Ibarreche y los suyos podrán seguir desafiando abiertamente la legalidad vigente y aplicarse con esmero a la tarea de destruir, separar y disgregar aún más a la sociedad vasca y de hacer lo propio con la región en su conjunto al respecto del resto de España. Todo ello con la oposición timorata y entreguista que desarrollará un Pachi López estúpidamente asombrado por la negativa del PNV a gobernar con él y con una María San Gil debilitada tras la incomprensible pérdida de cuatro escaños y cada vez más afónica y aislada en su defensa de la Constitución.

En resumen. La anomalía y la irregularidad social y democrática campando a sus anchas en el País Vasco durante otros cuatro años más. Y eso significa que en España, aún no termina de instalarse la verdadera libertad y la verdadera democracia.

En último término, es asombroso comprobar cómo la mayoría de medios de comunicación han caído en el infantil análisis de que el Plan Ibarreche queda abocado al fracaso tras el retroceso experimentado por la coalición PNV-EA. Yo creo que, aparte de que no saben sumar, vuelven a tropezar, consciente o inconscientemente, en esa trampa que nos tiende nuestra mente y que nos invita a pensar, como mecanismo de autodefensa ante unos hechos desagradables, que esos mismos hechos y las circunstancias que los rodean no son tan alarmantes como en realidad son.

De otro modo, no se explica semejante examen periodístico de los resultados que han arrojado las urnas y que asimismo, no se den cuenta de que independientemente de la ensalada de siglas que termine dando forma al Gobierno Vasco, éste se situará en las antípodas del sentido común y sobre todo, de la verdadera libertad.

La única luz al final de este túnel, es la que se desprende de saber que en estas elecciones, sólo se han pronunciado el 66% de los electores llamados a votar. Quiero pensar que llegado el momento, esos 600.000 vascos que ayer no se acercaron hasta su colegio electoral, se sacudirán su miedo, su indolencia o su hastío y se pronunciarán a favor de planteamientos e ideas congruentes.

Lucio Decumio.

14 abril 2005

A por ellos

Políticamente, el día de hoy es un día triste. Hemos sabido que en el Consejo de Ministros de mañana se escribirá un capítulo más, desgraciadamente no el último, de esta aciaga novela por entregas a cuya lectura y visionado, estamos asistiendo atónitos la mayoría -creo que somos mayoría- de españoles durante los últimos meses. Mañana, si un meteorito, una invasión alienígena o una alineación planetaria no lo impiden, el Gobierno consumará una de las mayores fechorías que se pueden perpetrar contra el legado común de todos los españoles.

Efectivamente. ZP y su Gobierno tienen previsto aprobar el traslado de parte del Archivo de la Guerra Civil, que como bien sabemos se encuentra actualmente ubicado en Salamanca, a Cataluña. Y todo ello, ante la mirada lánguida y despreocupada de buena parte de la sociedad, ante la ira de los salmantinos y de no pocos españoles, que vemos cómo se utiliza parte de la herencia común como moneda de cambio para mantener la prebenda gubernamental y el coche oficial y en último lugar, ante la satisfacción generalizada de los depredadores nacionalistas, que observan desde su revanchismo eternamente insatisfecho, como otra de las presas políticas a la que en su día decidieron dar caza, va camino de su guarida.

Hoy han sido un puñado de legajos administrativos de la Generalitat de los años 30. Ayer fueron concesiones sobre impuestos, sanidad, educación o seguridad. Y mañana serán nuevas reclamaciones envueltas en su tradicional manto de victimismo, deuda histórica o presuntos agravios del pasado y que ocuparán a los aeropuertos, los puertos o las fronteras.

El nacionalismo es así. Llámese catalán, vasco o de cualquier otra índole -que en España y en vista de los extraordinarios réditos que obtienen los dos primeros, pronto serán 17- no se detiene en barras. Cuando fija su vista en una presa, no descansa, ni de día ni de noche, hasta que esta reposa ensangrentada en su mandíbula. Y cuando ya lo han conseguido, cuando la pieza está convenientemente asegurada, afilan otra vez sus colmillos y sus garras y dan comienzo a una nueva batida. Así, hasta que la nueva víctima de sus delirios reivindicativos es capturada y vuelven al principio para no terminar jamás.

Desde hace años, desde que tengo uso de razón, todo este absurdo proceso de ajustes de cuentas de unos pocos contra el resto, ha seguido un guión inamovible que se ha cumplido escrupulosamente. Únicamente han refrenado sus ansias cuando, como suele sucederle a los cobardes, han comprobado que el rival era más fuerte. Sólo cuando los gobiernos centrales han gozado de mayoría absoluta, han tamizado sus reclamaciones aunque a sabiendas de que siempre les llegaría el turno. Mientras, agazapados y acumulando todo el odio, el resentimiento y las ansias de venganza de que eran capaces, aguardaron su momento con el fin de saldar deudas que sólo pululaban en su enfermizo imaginario.

Y esos momentos les llegaron, como llegaron los gobiernos en minoría de González primero y Aznar después. La diferencia es que aquéllos, aun en tiempos de quebradiza mayoría parlamentaria, rehusaban en lo más íntimo de la amenaza y del chantaje al que eran sometidos, aunque finalmente, se vieran obligados a ceder ante el empuje de la bestia.

Sin embargo, en los duros tiempos que nos ha tocado vivir, la víctima no sólo no rechaza las intenciones de la alimaña, sino que en el colmo de la necedad y de la falta de coraje, acepta y justifica el destino al que le quiere someter su captor.

Y ya va siendo hora de poner las cosas en su sitio, si no queremos que todo el tinglado se termine viniendo abajo. Del PSOE y de ZP no espero ningún gesto de valentía ante los saqueadores, pues son los mismos a los que se entregan sin rubor para sostenerse donde están, a costa del resto de los españoles, de nuestra libertad y de nuestra Nación, duramente labrada a través de los siglos.

Pero del PP espero que lidere una contraofensiva, en la que yo creo, poco o nada tiene que perder, pues la propaganda del gobierno y de sus aliados siempre buscará identificarles, hagan lo que hagan y digan lo que digan, con posiciones extremistas, a fin de arrinconarles y eliminarles políticamente.

Así que, a la vista de la deslealtad de los nacionalistas y de la complicidad suicida del PSOE, propongo lo siguiente: Si para Ibarreche, Maragall, Carod y demás caterva, sacar al ruedo político cualquier cuestión reivindicativa relacionada con el autogobierno o con pasados y presuntos agravios históricos, es sinónimo de éxito, yo digo: ¿Porqué razón no invertir la tendencia y darles un poco de su propia medicina?

Me explico. Si nacionalistas catalanes y vascos consideran cualquier competencia central es susceptible de ser reclamada, así como cuestionable cualquier concepto de la Historia de España, de su cultura, de su legado y de su sentimiento nacional, ¿porqué no aplicar su misma estrategia y lanzar a la mesa unos cuantos órdagos que propongan la eliminación de algunas de las prerrogativas que han ido acumulando en los últimos años o que pongan en duda su legitimidad o su historia autonómica o regional?

Yo digo que para detener esta sinrazón, hay que pasar a jugar en su terreno, hay que sacudirse los complejos, pasar a la ofensiva y dejar de mantener posiciones defensivas y timoratas. Propongamos la eliminación o la supresión de parte de sus privilegios y postulemos por la devolución al Estado de facultades y competencias que han ido arrebatando con su táctica depredadora a lo largo de los últimos tiempos. Después de todo, hasta que consiguieron muchas de las atribuciones estatales que ahora gestionan, éstas estaban en manos del Gobierno Central y nadie, salvo a ellos cuando les convino, había puesto en entredicho la legitimidad del Estado para gestionarlas correctamente.

De esta forma, considero que podríamos cogerles con el paso cambiado. El matón está tan acostumbrado a golpear, está tan seguro ante la docilidad de su presa, que no espera un contraataque de esas características. Bien formuladas, argumentadas y expuestas -hay Historia suficiente para darles forma- las propuestas de "recentralización" que menciono, trasladarían el debate político a unas coordenadas muy diferentes de las actuales. Y mientras ellos tuvieran que emplear sus fuerzas en mantener el botín conquistado a buen recaudo, a buen seguro que no les quedarían ánimos para intentar engrosarlo con nuevas rapiñas y futuras incursiones.

En definitiva, que no se discuta en todos los foros de debate y en todos los medios de comunicación de la posibilidad de que pueda aprobarse un Plan Ibarreche, un Plan "Pachi López" o un nuevo Estatuto Catalán. Que no se hable del último rebuzno de ERC, del penúltimo graznido de Llamazares o de la máscara con que ETA se presente a los comicios autonómicos vascos. Que se obvie cualquier reivindicación sobre deudas históricas, sobre financiaciones estatales de caprichos regionalistas y sobre cualquier otra perturbación mental de esta chusma vociferante y rencorosa.

Dinamitemos sus argumentos y dejémoslos en segundo plano con proposiciones que aunque de momento no tengan visos de convertirse en realidad, en virtud de la minoría parlamentaria del PP, sí que sean lo suficientemente válidas, política y jurídicamente, como para sean tomadas en consideración por estos arquitectos de la destrucción y les hagan sentir la duda razonable de su propia vulnerabilidad.

Alguien podrá decir que estas ideas son una locura. También se dijo en muchos ámbitos que la ilegalización de Batasuna y la lucha policial y judicial contra los terroristas y sus apoyos callejeros eran una insensatez y ya pudimos comprobar cuáles fueron los resultados.

Apaciguar a la bestia no calma sus ansias, sino que las redobla. Enfrentarse a ella le hace dudar, vacilar y en último término, desistir de su empeño.

Lo que no podemos hacer es quedarnos mirando.

Lucio Decumio.

09 abril 2005

Subvencions i Congrès

Éste y no otro fue el título, "subject" o encabezamiento que elegí ayer para dirigirme a través de un correo electrónico, a los diputados y diputadas del PSC, IU y ERC que se negaron a ponerse en pie hace unos días con motivo del minuto de silencio que Manuel Marín, Presidente de la Cámara, pidió a sus señorías que guardaran en memoria de Su Santidad Juan Pablo II.

Mi intención era expresarles mi rechazo y mi profundo malestar por una actitud tan irreverente y maleducada y que en mi opinión, es clarificadora del talante de muchos -cuando no la mayoría- de los colaboradores parlamentarios del actual Gobierno de la Nación. Y como bien podéis comprobar, el título escogido en nada tenía que ver con el contenido, pequeña artimaña que imaginé surtiría efecto, dado el reconocido apego que tienen los catalanes y especialmente sus representantes políticos del espectro izquierdista, por el dinero que emana de las ubres públicas.

Y se obró el milagro. Mi correo llegó a sus destinatarios y una de ellas, parece que o bien picó el anzuelo o simplemente tuvo a bien responder a mis quejas. A continuación, os ofrezco los dos documentos, el que yo envié y la respuesta que recibí al cabo de pocas horas, firmada por la parlamentaria de ERC Rosa María Bonás i Pahisa.

Un dato adicional y no añado nada más. Puedo prometeros que no he modificado ni una sola coma, ni un solo punto, ni un solo espacio y ni una sola mayúscula, minúscula, acento, signo de puntuación, nombre o apellido. Os dejo que enjuiciéis.

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Yo.

Sois un rebaño de palurdos, de resentidos y de esencialistas. Tan insignificantes, política y personalmente, que intentasteis aprovechar el minuto de silencio en homenaje a uno de los hombres más grandes de la Historia de la Humanidad, para conseguir una mínima repercusión mediática que de otro modo, jamás habríais logrado.

Ese hombre, esté donde esté, ya os había perdonado antes de que decidierais ofenderle. Esa es la diferencia entre los insignes y las bacterias.

Ojalá no hubierais salido nunca de vuestra aldea butifarrera.

Más que asco, dais pena.

Lucio Decumio, un español con mayúsculas.

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Ella.

Lamento haberle ofendido con mi actitud, realmente no fue ésta mi intención. En el Congreso no me represento a mí misma sino a los ciudadanos y ciudadanas, como usted sabe no todos los ciudadanos y ciudadanas son católicos, ni cristianos. En el Estado Español hay ciudadanos y ciudadanas musulmanes, judíos, testigos de jehová, budistas, etc...... y los hay que no profesan religión alguna.

El Estado Español es aconfesional, y con todo el respeto al Papa Pablo VI, sin discutir su valor como personaje, no estoy de acuerdo en que se contemple 1 minuto de silencio para un jefe religioso, esto nos obliga automáticamente a mantener 1 minuto de silencio para los jefes de todas las religiones y para todos los jefes de estado, incluidos algunos que no son precisamente un modelo de democracia. Este fue el motivo de mi actitud. Lamento que se haya ofendido, pero debemos respetar las opciones de los demás.

Rosa M Bonàs

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Sí, habéis leído bien. Con una sintaxis propia de un alumno de 6º de EGB, la moza habla del Papa Pablo VI.

¿Qué hemos hecho los españoles para caer en manos de estos iletrados?

Por cierto, ahí van las direcciones de correo electrónico de todos ellos.

elisenda.malaret@diputada.congreso.es;
mcolldeforns@diputada.congreso.es;
lourdes.munoz@diputada.congreso.es;
maria.escudero@diputada.congreso.es;
joan.herrera@diputado.congreso.es;
carme.garcia@diputada.congreso.es;
puigcercos@diputado.congreso.es;
jtarda@diputado.congreso.es;
agustic.argent@diputado.congreso.es;
rm.bonas@diputada.congreso.es;
jordi.ramon@diputado.congreso.es

Lucio Decumio.

08 abril 2005

Historia sin más

Nada igual se ha visto en los miles de años que llevamos los hombres pisando y hollando el suelo de este mundo. Y difícilmente se volverá a ver nada parecido en siglos venideros, salvo el día que tengan lugar los funerales por el hombre que habiendo sido llamado para viajar a cualquier planeta del Universo, lo hubiera convertido de un soplido en un fértil y exuberante vergel en el que la raza humana pudiera iniciar una nueva andadura.

Condolencias, reconocimientos y alabanzas provenientes de los cuatro puntos cardinales, desde todas las culturas, desde todas las religiones y desde todas las ideologías. Millones de peregrinos dirigiéndose en pacífica y conmovida procesión hacia Roma para rendir el último homenaje al hombre que dirigió los destinos de la Iglesia Católica durante más de 26 años. Más de veinte horas de espera para muchos miles de esos fieles que aguardaban en angustiosas y asfixiantes colas para poder pasar, sólo durante unos segundos, ante el cadáver del hombre más célebre del planeta. Las televisiones de todo el globo transmitiendo las imágenes del funeral más impactante de la Historia a 3.000 millones de televidentes, dando así origen al acontecimiento mediático más importante de todos los tiempos. Cientos de dignatarios, primeros ministros y Jefes de Estado guardando un profundo y emotivo silencio ante los restos del último gran hombre que ha dado la Humanidad. Representantes de todas las iglesias cristianas y de los credos religiosos más influyentes de todo el orbe, presentando sus respetos ante la máxima figura del catolicismo.

Números y datos que abruman y que dan una idea, pese a su magnitud, de la trascendencia religiosa, social, mediática e incluso política de la figura de Juan Pablo II. Sus cifras en vida, que parecían insuperables -viajes, encíclicas, discursos....- han quedado empequeñecidas ante la movilización global en respuesta a su fallecimiento.

En tiempos de un materialismo y un utilitarismo cabalgantes, sólo un hombre como Carol Wojtyla, cargado con toneladas de pasión, empuje, entusiasmo y compromiso por la vida y la libertad de sus semejantes, podía concitar sobre sí, los parabienes de la práctica totalidad de líderes políticos y religiosos de la Tierra. Y que el objeto de todo este despliegue de emociones, de informaciones y de alabanzas, haya sido el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, reconforta a quienes como un humilde servidor, aun no siendo asiduos practicantes de los preceptos católicos, nos sentimos todavía identificados con las líneas generales del credo cristiano que nos ha transmitido la Iglesia.

Sólo un puñado de inicuos y mezquinos, muchos de ellos fácilmente reconocibles, pues son compatriotas nuestros y en muchos casos, destacados líderes políticos, han mostrado públicamente su aversión, en razón de sus trasnochadas ideas políticas, al insigne perfil del Gran Hombre. Los sinvergüenzas, los retorcidos, los atravesados y los aviesos siempre han sido incapaces de disimular su irracional odio y su visceral rechazo hacia aquellos que son fieles hasta el fin de sus días, a sus principios, a sus ideas y a sus creencias, especialmente si éstos son tan elevados como la libertad, la paz y el perdón.

Es algo que esos vendidos jamás llegarán a entender, pues en su futilidad, apenas si pueden ver más allá de sus narices.

P.D. ¿Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla, futuro Papa? Contemplad su rostro afable y campechano y luego vestidlo de blanco. Veréis el efecto.

Lucio Decumio.

04 abril 2005

Pontifex Magnus

Del Papa, de su figura, de su alcance, de su ciclópea labor evangélica, de su inquebrantable compromiso con la paz, la libertad y los derechos humanos, así como de su final agónico, pero ejemplarmente cargado de dignidad, valentía y temple, se ha comentado y escrito ya en todos los ámbitos, así que cualquier cosa que yo pueda añadir al respecto, será hacer caer agua sobre el suelo mojado. Antes sin embargo, invito a quien así lo desee, a que pinche en este enlace y revise lo escrito por este humilde redactor hace un año y medio en torno a la figura del Papa que ayudó a vencer al comunismo y a que millones de personas, recuperaran la libertad secuestrada durante décadas.

Así las cosas, me centraré en determinados aspectos internos de política nacional, que por otra parte están muy ligados al óbito del Sumo Pontífice y que me tienen especialmente preocupado.

Aun entrando en una pequeña contradicción con el último verbo conjugado en el párrafo anterior, debo mostrar mi regocijo ante la noticia que acabo de leer y que anuncia que Gaspar Llamazares ha hecho un llamamiento de urgencia a José Luis Rodríguez Zapatero y por extensión a todo el Gobierno de la Nación para que, con motivo del reciente fallecimiento de Juan Pablo II, no "sobreactúen" desde los cargos que ocupan a la hora de mostrar sus condolencias públicas por la muerte del Santo Padre. Ello podría invitar a pensar, siempre según el egregio guardián de la ortodoxia comunista ibérica, que España es un estado católico y confesional, poniéndose así en serio riesgo de aplicación, los elevados valores laicistas que con furibundo empeño han ido edificando las izquierdas, cada una a su manera, en los últimos tiempos.

Insisto. Digo bien cuando afirmo que me regocijo, pues estas declaraciones de Llamazares, enclavan aún más si cabe al personaje en cuestión en el emplazamiento social y político que verdaderamente le corresponde, es decir, aquel que une los caminos del integrismo laicista más exaltado, junto con los del decimonónico marxismo de garrote y barricada practicado por el dirigente comunista en los últimos tiempos. De los mendigos del raciocinio, de los parias morales y de los microbios intelectuales poco más se puede esperar. El insignificante, el mezquino, es envidioso y codicioso "per se". La notoriedad y el reconocimiento que el limitado intelecto de que le ha provisto la Naturaleza le impiden alcanzar, trata de conseguirlos a través de retorcidas maniobras pretendidamente desestabilizadoras, disgregadoras y agitadoras. Esa actitud, que en estrecha colaboración con el PSOE y ERC sirvió para erosionar al PP hasta Marzo de 2004, me temo que será inútil si lo que busca es desgastar la imagen de uno de los individuos más formidables que ha dado la raza humana, como es Karol Wojtyla.

Sin embargo, también hay que agradecer a Llamazares que sea fiel consigo mismo. Que la misma sordidez y vileza que demuestra un día sí y otro también en sus comportamientos y en sus declaraciones, la mantenga inamovible cuando de glosar la figura del Papa recién fallecido se trata, no deja de ser demostración de que es leal hasta el último suspiro, a sus delirantes y enfebrecidas teorías sobre el enfrentamiento social, la lucha de clases y en último término, sobre la participación de la Iglesia en esos conflictos. Asimismo, la ausencia de elogios hacia el Santo Padre por parte del dirigente de IU, así como sus demandas al Gobierno para que modere el tono de sus condolencias, obran el efecto de reconfortar mi espíritu y ratificarme en la idea de que si gente como él se desgañita para tratar de restarle protagonismo al gran Papa eslavo y su obra, es que quienes defendemos la vigencia de buena parte del pensamiento de Wojtyla, estamos en la senda correcta.

Termino con Llamazares, que no es cuestión de extenderse demasiado con alguien de su catadura. Lo peor no es que haya conminado al Gobierno a que se muestre particularmente cicatero en cuanto se refiere a sus manifestaciones de pésame hacia los católicos y hacia el Vaticano. Como decía, me alegra que el gnomo haya mantenido invariable su compromiso con el odio y la repulsión contra todo lo que considere próximo o cercano a la Iglesia y la religión católica. De alguien como él, vuelvo a insistir, era de esperar.

Lo peor, decía, es que al Gobierno no le ha hecho falta esperar a la admonición del comunista resentido para comportarse como lo que es y además, hacerlo en el sentido deseado por Llamazares. El perfil sectario, provocador, conspirador y alevoso de un Ejecutivo que debería ser de todos, ha vuelto a ponerse de manifiesto simplemente a la vista de dos hechos especialmente significativos. La ausencia de una declaración institucional del Presidente del Gobierno dando el pésame al 80% de los españoles por la muerte de su representante religioso más insigne y asimismo, el mísero día de luto oficial decretado por Zapatero y el hampa que lo sostiene, si lo comparamos con los nueve anunciados en algunos países sudamericanos, los cinco que habrá en Italia o los tres que han proclamado entre otros, los EE.UU. y......... Egipto.

Cada día queda menos espacio para la duda. La izquierda española, genéticamente impedida para dejar de lado su sectarismo, jamás será capaz de sacudirse la carga residual de la lucha de clases que pesa sobre su pensamiento y filosofía política y que les imposibilita para convivir con el resto de fuerzas políticas y sociales sin buscar permanentemente puntos de fricción que justifiquen sus enfebrecidas teorías.

Ni la muerte de un Papa sobre el que convergen unánimemente los elogios desde todos los puntos del planeta, les aparta de su senda revanchista. Y eso, como decía previamente, me alboroza por lo que de revelador de su talante, tiene.

Y en cuanto al desplazamiento que Zapatero tendrá que efectuar al Vaticano para asistir a las ceremonias fúnebres por el Sumo Pontífice, yo como católico, me siento tan poco representado por este individuo, como molesto tiene que sentirse él al verse obligado a acudir a una cita de la que íntimamente, rehúsa. En estas circunstancias y a la vista de su particular cruzada laica contra los católicos españoles, a nadie debería extrañar que ZP aprovechase su viaje al Vaticano para perpetrar un nuevo acto propagandístico para consumo interno de sus corifeos de la izquierda. Retrasos a la hora de acudir a alguno de los actos previstos o irreverencias ceremoniales de algún tipo no serían nada insólito, pues conocemos al sujeto y ya hemos visto en otras ocasiones de lo que es capaz.

Por fortuna, los grandes y buenos hombres como Karol Wojtyla están tan por encima de la mezquindad y el patetismo de quienes tratan de mancillar su memoria y su legado, que cualquier intento por arrebatarles siquiera un ápice de gloria, sólo logra engrandecer aún más su sobresaliente figura.

Y dos cosas más antes de terminar.

A/ Muerto el Papa, ¿cuánto tiempo tardarán algunos sectores de la izquierda política y de la "nomenklatura kultural" en armarse de valor y tomarse cumplida revancha por sus derrotas ante el Santo Padre, pidiendo que se retiren las estatuas que Karol Wojtyla tiene dedicadas en plazas y calles de España? ¿O cuánto habrá que esperar para que propongan que la Catedral de Sevilla o la de la Almudena renuncien a sus usos litúrgicos y se conviertan en un museos o espacios para el recuerdo de las víctimas de la Inquisición?

B/ Si el fallecido hubiera sido el máximo dirigente de la religión islámica, pongámosle por nombre el Ayatollah de Mahoma en la Tierra, ¿alguien cree que ZP no hubiera expresado en declaración institucional televisada al millón de musulmanes radicados en España, su más sentido pesar por tan irreparable pérdida?

Lucius Daecumius.