04 diciembre 2006

Conseguirán el huso horario

Estado Español, Julio de 2015. Undécimo año triunfal de Zapatero en La Moncloa. El progresismo saluda alborozado la puesta en marcha de diecisiete husos horarios diferentes en las otras tantas autonomías, naciones o nacionalidades de la moribunda España. Ello, pese a las reticencias de no pocos sectores de esa misma progresía, que ven con alarma y preocupación, cómo entra en grave desequilibrio la estabilidad emocional y mental de los escolares ibéricos, que a partir de ese instante, tendrán que hacer ímprobos esfuerzos para sacar adelante, la conceptualmente sobrecargada asignatura de Educación para la Ciudadanía.

A fecha de hoy es descabellado. Es una ocurrencia absurda que sólo puede manar de las ubres de la extravagancia y el disparate, aquéllas en las que precisamente se amamantan, los dirigentes del BNG.

Afortunadamente, la insensatez, que sólo busca ahondar en el enfrentamiento y en la división entre españoles -de eso viven los nacionalistas de toda condición, no lo olvidemos jamás-, no ha merecido, con toda la razón, demasiadas atenciones por parte de la clase política y mediática.

Sin embargo, estoy convencido de que a la vuelta de 6 ó 7 años, el resto de españoles -si entonces nuestro gentilicio o patronímico es ése- tendrá que retrasar una hora el reloj cada vez que se acerque a la sin par Galicia, si es que esta región, no logra sacudirse antes el grotesco yugo de la presencia entre su clase dirigente, de individuos disparatados que no habrían pasado de extravagantes secundarios en las películas de los hermanos Marx, pero que tal y como está el patio, ocupan los puestos que ocupan y desempeñan los cargos que desempeñan. Hablo, cómo no, de los prebostes de ese partido de hienas inyectadas en odio, que es el BNG.

Como dije hace ya mucho tiempo en este mismo cuaderno -tanto, que ni siquiera recuerdo el comentario en el que hice mención a ello- los nacionalistas no descansan. Apenas se les verá trabajar en políticas que ahonden en el bien común y que busquen la creación de riqueza y el aumento del nivel de vida de sus conciudadanos, a través de propuestas económicas sensatas y razonables.

Pero eso sí, como su vista de depredadores se fije en alguna pieza que consideren útil para reforzarse y redoblar sus ímpetus secesionistas, allá que irán a por todas sin descanso. Seguro que quien lea esto pensará para sí que la petición de un huso horario propio para Galicia, distinto al del resto de territorios españoles encuadrados en la Península Ibérica, África e ínsulas mediterráneas, es irrealizable.

Y digo yo. ¿Cuántas veces hemos pensado lo mismo de tantas y tantas reclamaciones que hicieron en su día nacionalistas vascos, catalanes y gallegos y al final, terminaron tomando cuerpo, un cuerpo por cierto, mucho más voluminoso del que siquiera ellos mismos, en su paroxismo independentista, pudieron llegar a imaginar cuando lanzaron al aire el disparate?

Insisto. No cejan en su empeño hasta que consiguen hacerse con la presa deseada. Cueste lo que cueste, en tiempo, dinero -ajeno, preferiblemente- o trabajo, al final terminarán lográndolo y mientras, los bienintencionados y los ingenuos pensarán que con la penúltima concesión, la bestia se terminará por aplacar.

Los nacionalistas jamás cambian y si lo hacen, es a peor. Y nunca se darán por satisfechos, pues que a nadie le quepa duda de que si en algún momento, -no muy lejano a la vista del desgraciado panorama que a diario empeora- logran sus objetivos independentistas, continuarán exigiendo a la otrora poderosa y ya entonces, harapienta España, más y más jirones de sus exiguas vestimentas, como pago a las renovadas afrentas que añadirán a su particular imaginario de odios, resentimientos y rencores.

Esto no se sostiene. La espiral en la que hemos entrado nos va terminará abocando a la fragmentación de nuestra Nación y con ella, a la eliminación de nuestra condición de hombres libres. España necesita de una vez por todas, un golpe de timón. Alguien o algunos hombres y mujeres buenos, abnegados y sacrificados, cargados de principios, labrados y formados, sensatos y capaces, que abran los ojos a la mayoría de los ciudadanos y les hagan ver que nuestra Patria se encuentra en una encrucijada gravísima, a la que hay que hacer frente con decisión, firmeza y presencia de ánimo.

Señor Rajoy y compañía, a ustedes apelo. Basta ya de componendas, pues apenas queda margen. Hay que detener esta deriva alocada y frentista que han desatado unos traidores desalmados e inicuos que se hacen llamar Gobierno de España.

Lucio Decumio.

13 noviembre 2006

Marcó cuatro goles en Euskadi

Ruud Van Nistelrooy, un ariete como Dios manda pero que por desgracia, ha llegado cinco años tarde al Real Madrid. Si a Florentino no le hubieran podido la vanidad y la soberbia, habríamos podido disfrutar de este delantero centro puro durante las últimas campañas, en lugar de haber sufrido a ese juerguista de espíritu infantil e indolente que es Ronaldo.

Que las cavernas desinformativas del Grupo Prisa son un auténtico estercolero moral e intelectual donde retozan un sinfín de estómagos agradecidos y espíritus acobardados, es algo que cada vez se aparece con mayor nitidez en las conciencias y en las opiniones de un número creciente de españoles.

El grado de putrefacción ética de algunos de los redactores de la joya de la corona polanquista -ergo, diario El País- está alcanzando en las últimas fechas, niveles difícilmente superables. Ahí están las tiras presuntamente humorísticas del singular Forges, las agresiones al sentido común del ínclito Máximo -con qué poco esfuerzo por la estética y el contenido, llegan algunos a cobrar cifras millonarias- o las deposiciones mentales de Ernesto Ekáizer, ése tipo siniestro y retorcido, habitual contertulio de "59 segundos" y cuyo nombre habría sido la envidia genealógica y quién sabe si heráldica, de la más granada oficialidad de la Gestapo. Otros muchos, como Sopena, Aguilar o Pradera, completan la nómina que desde las páginas de la hoja parroquial del Gobierno, se encarga de justificar de forma perenne, las ignominias de sus padrinos políticos.

Pero hoy mis ojos han tropezado con el genuino diamante de la manipulación, con la auténtica pepita de oro de la propaganda al servicio de la causa política más nauseabunda. Lean mis queridos lectores y juzguen la catadura de Eduardo Rodrigálvarez, un redactor deportivo del diario El País, de quien desconozco absolutamente todo, salvo el hecho de que se ha ganado por méritos propios, el derecho figurar en lo más alto del escalafón del oprobio y de la infamia informativa.

Título de la crónica: Fueron cinco tantos

Subtítulo: Van Nistelrooy, que repitió una gesta de Di Stéfano en 1957, dice que le anularon un gol válido.

Inicio de la crónica: “Ha sido como un partido en Inglaterra”, dijo Van Nistelrooy, empapado de la humedad de Euskadi y del fragor de las viejas gradas de El Sadar como de las brumas y el ruido de los campos ingleses.

¿Qué más se puede añadir? ¿Se pueden alcanzar mayores cotas de abyección, manipulación y sumisión política, todo ello al servicio de la causa de la rendición del Estado de Derecho y del mercadeo de la libertad de los españoles, frente la banda terrorista ETA y los nacionalismos que la aúpan y sustentan?

¿Exagero? Ni un ápice. ¿Equívoco o error desafortunado y garrafal del redactor? Imposible. El periodista más tonto, el que confundiría a un prestamista con un prestatario o a un arrendador con un arrendatario, a Austria con Australia, sería incapaz de ubicar el antiguo estadio de "El Sadar", actual "Reyno de Navarra", en un emplazamiento diferente al ámbito geográfico que ocupa la Comunidad Foral. Es como si alguien, al hablar de la ciudad de Valencia, la situara en la Comunidad Autónoma de Cataluña o al citar París, la colocara en las Islas Británicas.

Son errores metafísicamente imposibles de cometer y mucho más, tratándose de alguien que se dedica a la crónica deportiva y que acaba de enviarla desde el mismo corazón de Pamplona. Este ataque contra la decencia política y el sentido común, no tiene perdón de Dios y es preciso denunciarlo con la firmeza y la dureza que requieren los tiempos que corren.

No es un fallo, no es una confusión, un yerro o un lapsus mental o linguae. No. Esto va mucho más allá. Este tipo de manipulaciones buscan deformar la realidad al antojo del poder político y crear entre los lectores de este diario, un estado de invalidez intelectual y reblandecimiento neuronal, que facilite la asimilación de la derrota y el suicidio al que nos quiere llevar el Gobierno de Zapatero. La consigna está clara: o los profesionales de la casa se entregan por activa y por pasiva, solapada o abiertamente, a la defensa y justificación del proceso de claudicación ante la banda asesina ETA o las lentejas habrá que buscárselas en huertos diferentes.

¿Cabe mayor infamia que la de aprovechar una inocua crónica deportiva, para hacer proselitismo de las intenciones gubernamentales y etarras y localizar premeditadamente un estadio situado en Pamplona, en la Comunidad Autónoma del País Vasco?

¿Qué será lo próximo? ¿Veremos acaso en las sinopsis de los inminentes capítulos de "House" o "Las Vegas", abiertas recomendaciones a la judicatura para que ésta se adapte a la conveniencia e intenciones de los políticos socialistas y afloje la presión de la Ley sobre el entorno etarra? ¿Los horóscopos de "El País" harán predicciones que condicionen nuestra prosperidad personal al éxito del pestilente proceso?

Qué indignante.

Lucio Decumio.

06 noviembre 2006

Son los buenos los que se van

Francisco Fernández Ochoa. Campeón Olímpico en Sapporo 72 y hasta la fecha, único medallista masculino español en unos Juegos de Invierno. ¿Se van primero las buenas personas porque Dios desea mantener alejados de sí a los sucios de corazón el mayor tiempo posible? Quién sabe. Descanse en paz.

Tal y como entraron al galope los problemas en mi PC, así se fueron. Como una brigada de caballería a la carga, que parece que va a atacar una plaza, pero que de repente, pasa de largo a la misma velocidad a la que se acercó, quién sabe si para abalanzarse sobre una empalizada diferente o para proseguir, simplemente, su alocado cabalgar por las llanuras.

En éstas, hemos podido contemplar durante los últimos días al Gobierno de nuestra Nación, enfrascado en más y mejores -en conciencia, peores- tarros rebosantes de indignidad e infamia. El proceso de rendición y claudicación ante ETA que lleva a cabo Zapatero, ya ni siquiera guarda las más mínimas formas de la decencia y el decoro. Van a tumba abierta, pese a quien pese y caiga quien caiga. Si España es lo suficientemente fuerte y su ciudadanía lo bastante cabal, todo esto le pesará al PSOE y será este partido centenario en la mentira, la manipulación y el engaño, el que caiga con estruendo por el enlosado nacional.

También hemos visto en la última semana, cómo cerca de la mitad de los catalanes cerraban su puño y levantaban el dedo corazón frente a unos políticos de intelecto rumiante y espíritu carnívoro, diciéndoles bien alto y bien claro, que no se sienten representados por individuos que con tanta soltura se desenvuelven en los estanques de la repugnancia moral. Aún así y como era de esperar, todos ellos han hecho caso omiso de la advertencia y han ninguneado la opinión mayoritaria de los catalanes, tal y como pasaron por alto la desafección del 54% del cuerpo electoral llamado a votar en referéndum el malhadado Estatut.

En ese sentido, me ha resultado particularmente descorazonadora la reacción del Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza. A mi juicio y al hilo de esta convocatoria electoral, el líder del único partido de Oposición, ha perdido dos grandes oportunidades para ganarse la confianza de su electorado ante los difíciles tiempos que corren: por una lado, la de felicitar a Ciutadans por los resultados obtenidos y demostrar con ello, su caballerosidad y elegancia ante la llegada a la escena política de un grupo novel que, tal vez no sepa adónde va, pero que tiene muy claro adónde no quiere ir y con quién no quiere estar; y por otro, deshacerse de una vez por todas de un individuo melífluo y acomplejado, que representa como ningún otro dentro del Partido Popular, todas las esencias del peor centrismo acobardado y timorato que siempre ha gozado de un excesivo predicamento en el marco del partido dirigido por Rajoy.

El caos político que ha desencadenado Zapatero con la reforma de los Estatutos y la rendición ante ETA, ha afectado también y de qué manera, al Partido Popular. La reflexión anterior es una de esas consecuencias, pero otra no menos importante, es el apoyo que le ha brindado el principal partido de la Oposición, a la reforma del Estatuto Andaluz que en su día encabezó Chaves, con el fin de servirle de soporte y coartada a la malformación alumbrada en Cataluña.

Pese a la potente labor pedagógica que han puesto en marcha Rajoy y los suyos, a mí no sólo no me termina de convencer ese apoyo -que por otra parte, parece haber puesto grandes dosis de cordura y sensatez democrática donde antes sólo había ganas de despeñar a los andaluces por la pendiente de un independentismo tan insensato como inexistente- sino que el citado sustento se me antoja como el enésimo y desgraciadamente, penúltimo capítulo de "Llevados del ronzal", esa novela cargada de complejos y de falta de firmeza y entereza en las propias convicciones, que tan bien ha sabido titular Esperanza Aguirre.

Y ya termino. Me ha impresionado la muerte de Francisco Fernández Ochoa. Yo sabía desde hace tiempo que el buen hombre estaba condenado a extinguirse, en virtud de esa macabra pasada que en ocasiones, nos juegan las células de un determinado órgano o sistema. Sin ton ni son, sin norte ni sur, nuestro código genético entra en barrena y encamina al organismo hacia su propia autodestrucción.

Tengo la sensación de que siempre son los buenos los que caen primero. Aquellos que por su notoria trayectoria profesional y personal, bien podrían ser durante decenios ejemplo de rectitud, sacrificio, trabajo y entrega para las generaciones más noveles, suelen terminar sus vidas antes de tiempo, tal vez sin ofrecer todo el conocimiento y experiencia acumulados, pero también apareciéndose como doctos modelos en el dolor y en el sufrimiento.

¿Será que la fragilidad física va indisolublemente unida a la nobleza de espíritu, mientras que la salud de hierro busca hermanarse con la iniquidad y el desafuero?

Lucio Decumio.

27 octubre 2006

Ausencia obligada

Mi PC funciona realmente mal. Ni siquiera un antivirus como "Bit Defender" parece protegerle contra los bichitos cibernéticos que aletean entre cables, fibra óptica y silicio. Ello me va a obligar a estar ausente durante algunos días, hasta que me reparen el chisme en algún centro especializado o alguien me diga cómo volver a recuperar una operatividad mínimamente normal.

Sólo hay algo seguro en todo esto. Volveré por aquí.

Lucio Decumio.

19 octubre 2006

11-M, linces y extrema derecha

Dado que como he explicado en otras ocasiones, no es mi intención volver a colgar imágenes en mi blog de Zapatero, Rubalcaba, Pepiño, Moratinos, De la Vega, J.A. Alonso, Carod, Maragall, Ibarreche y toda esa interminable lista de vendepatrias, pongo la del bichito campestre que podéis contemplar. Además, si llegáis al final de mi comentario de hoy -enhorabuena de corazón si lo lográis- veréis que la presencia del leopardo carpetovetónico, está justificada.

Por lo que he leído en los últimos días, se disparan los rumores en Internet acerca de la posibilidad de que círculos cercanos al Poder, estén preparando una suerte de atentado de pretendida autoría ultraderechista, con el fin de echar tierra encima de las investigaciones periodísticas independientes que se suceden en torno a los atentados del 11 de Marzo de 2004.

Caso de darse semejante posibilidad -lejana en mi opinión, pues es difícil que se atrevan a tamaña felonía, especialmente cuando mucha gente ya se encuentra sobre aviso en relación al posible delito-, sería la culminación de una estrategia de ocultación, manipulación y tergiversación de la realidad como nunca se ha visto en España.

Pongámonos en lo peor y vayamos por partes. Imaginemos que alguien desde dentro de las cloacas del Estado, organiza semejante crimen y lo ejecuta. Imaginemos, Dios no lo quiera, que el atentado provoca uno o varios muertos e imaginemos asimismo, las reacciones de los protagonistas de la actual escena política y mediática.

Todos hemos asistido en las últimas semanas, a un auténtico aquelarre nacional-socialista que ha tenido como objetivo de sus pestilentes rituales, al Partido Popular. A medida que se incrementan las denuncias del único partido en la Oposición en relación a la claudicación del Estado ante ETA y en torno a las revelaciones periodísticas sobre el 11 de Marzo, las acusaciones de ultraderechismo llegadas desde el Gobierno y sus aliados antisistema, así como las agresiones físicas y verbales contra los dirigentes y militantes del PP, se han multiplicado exponencialmente.

En este escenario, cada día más dantesco, en el que los representantes de diez millones de españoles son insultados, zarandeados y golpeados en cuanto pisan la calle de un número creciente de ciudades y provincias españolas, es fácil imaginar cuál sería la reacción del PSOE, del PSC, del PNV, de ERC, de IU y de los que me faltan.

Esos mismos que han abonado el terreno de la discordia y la insidia, poniendo premeditada y diabólicamente en la diana del hostigamiento físico y verbal al Partido Popular, serían quienes se abalanzarían como hienas contra Rajoy y los suyos, con el fin de darles la estocada final y arrinconarles definitivamente y por la fuerza, de la escena política nacional. Nuevas y más encendidas agresiones de la izquierda radical encontrarían su justificación en ese posible atentado y Gobierno y aliados, conseguirían seguramente lo que vienen persiguiendo con ahínco y denuedo desde que accedieran al poder, a lomos de unos trenes humeantes: la negación política del único partido que se opone a sus designios y que no por casualidad, representa a la mitad de la población de España.

Insisto, me inclino a pensar que algo así no sucederá, pero si el volumen y el nivel de los escándalos en relación al 11 de Marzo continúa elevándose y la población se muestra cada vez más receptiva frente a esas revelaciones y desasosegada ante las cesiones al entramado terrorista etarra, no es descartable que presenciemos una huida hacia adelante de esas características, pues a un Gobierno y a unos socios cada vez más acorralados ante la evidencia cada vez más nítida de su implicación en la trama organizativa, ejecutora y ocultadora de los atentados contra los trenes de cercanías de Madrid, poco les podría importar urdir la muerte violenta de alguien más, con el espurio fin de atribuírsela políticamente a la derecha, hundirla socialmente y de este modo regatear, al menos durante unos meses, su responsabilidad en la masacre de 2004.

Sin embargo y aunque no me cansaré de insistir en que la posibilidad me parece remota, por nauseabunda y chabacana, no hay que desecharla, a la vista de los extraordinarios réditos que obtienen la izquierda y el nacionalismos, de esta infernal liturgia que consiste en preparar el terreno informativo, así como las conciencias y el sentido crítico de la opinión pública, con bulos, noticias, rumores, chismes, manifestaciones y curiosas casualidades, antes de que se produzca un hecho traumático y efectista que sea el colofón a todo ese concienzudo trabajo preparatorio y que desencadene la cólera de un populacho ignorante que lleva años enganchado al pensamiento débil y a la propaganda de todo a cien.

Cambio de tercio, pero no de coso. Decía lo del lince en el título de este farragoso comentario de hoy, debido a que en Madrid, para quienes no vivan aquí, también se ha puesto en marcha un mecanismo de calentamiento de la opinión pública, muy similar al que precedió a los atentados del 11 de Marzo y también muy parecido al que ha ocupado casi todas las líneas que he redactado hoy. Ecologistas y Partido Socialista se oponen furibundamente desde hace tiempo, al desdoblamiento de una carretera que es una auténtica autopista hacia el Hades y el Averno, pues ha costado la vida a cientos de personas en las últimas décadas. Consideran los angelitos guardianes del medio ambiente y de la fauna, que el número de árboles talados y los nidos de algún buitre desubicado, son más importantes que la integridad física de los miles de conductores que transitan al año por esa vía.

Pues bien, como nadie les hacía demasiado caso, algo normal por otra parte, hace tres o cuatro meses, zonas cercanas a la carretera aparecieron sospechosamente sembradas de excrementos felinos, que los apóstoles del ecologismo altisonante e integrista, inmediatamente atribuyeron a las entrañas de algunos ejemplares de lince ibérico que teóricamente, habitaban por aquellos lares.

Vaya por delante que no existe constancia de que nadie haya visto lince alguno en esa zona en los últimos cincuenta o setenta años, pero una posible presencia de la bestezuela en la inmediaciones de la carretera, es un fruto informativo y político al que el PSOE podría y sabría sacar mucho zumo si, casualmente y unas semanas antes de las elecciones autonómicas y municipales de Mayo de 2007, un gatito de éstos apareciera muerto por estos parajes.

Mucho cuidado Esperanza. Las balas del urbanismo que dispara ahora Simancas, parecerían de fogueo comparadas con las que percutiría el pequeño zascandil socialista llegado el caso que cito.

Si no se paran en barras con las personas, mucho menos con los animales.

Lucio Decumio.

10 octubre 2006

Medias docenas

Mantengo mi promesa, realizada hace unos meses, de no volver a pringar esta página con instantáneas de traidores, titiriteros y criminales. Un simple número bastará como ilustración del comentario de hoy.

Hace sólo unos meses, las noticias que motivaban la justa irritación y el debido escándalo entre las personas decentes, solían sucederse a diario, razón por la cual, era prácticamente imposible seguir el rastro de la infinidad de noticias de naturaleza política, económica o social que en otras circunstancias, habrían sido objeto de espanto e incredulidad durante largas semanas, incluso meses.

A día de hoy, las cosas han cambiado y como no podía ser de otro modo, a peor. Desde que concluyó el período estival, la sucesión de hechos que nos han sobresaltado y nos han llenado de inquietud y de zozobra, se cuentan por medias docenas diarias. Y si mis lectores no me creen, haré glosa de toda una serie de acontecimientos ignominiosos de los que hoy hemos tenido conocimiento, hasta llegar a la mencionada cifra. Posiblemente me quede corto, pero ya es tarde y la llamada del cansancio es cada vez más insistente.

Caso 1. Penúltima agresión en Cataluña a los representantes del Partido Popular, como resultado de la siniestra campaña de satanización que ha llevado a cabo el Partido Socialista, en colaboración con el resto de fuerzas políticas antisistema, para arrinconar, apartar y eliminar a la formación que preside Mariano Rajoy, de la vida pública y política de la Nación. Si con ésta, Piqué no cae del guindo, no sé a qué nuevos y más graves acontecimientos tendrá que aguardar.

Caso 2. No recuerdo las veces que Bono ha negado la mayor y ha evitado postularse como candidato a la Alcaldía de Madrid. Pues bien, el ínclito trilero se muestra ahora la mar de feliz por el interés, el apoyo y los arrumacos que le brindan desde su partido, para que opte a tan egregio sillón.

Caso 3. En el marco de las abyectas e ilegales negociaciones que lleva a cabo el Gobierno con la banda asesina ETA, uno de sus más sanguinarios depredadores consigue que se reduzca a la mínima expresión, la petición de pena realizada por el fiscal hace unos meses. La idea inicial era que, tras las amenazas terroristas vertidas por el animal -no olvidemos su alias- el cuadrúpedo no saliera de su jaula hasta que no estuviera convenientemente forrado de madera de pino. Sin embargo, el sicario, en huelga de hambre por la nada halagüeña situación carcelaria que se le avecinaba, logra sus objetivos entre el asombro y la pesadumbre de quienes fueron sus víctimas.

Caso 4. La prodigalidad socialista con el dinero ajeno y su particular sentido de la justicia distributiva, vuelven a escribir en el día de hoy, uno de sus más paradigmáticos episodios. Moratinos se da una vuelta por el África subsahariana con un maletín lleno de millones de euros extraídos del sudor de los contribuyentes españoles, para entregárselo en mano a los caciques de varios países de la zona. El objetivo, ayudarles a que, una vez hayan desviado los fondos a sus cuentas blindadas en frondosos paraísos fiscales, sus súbditos sigan abandonando en masa sus naciones, a bordo de frágiles esquifes que llenen las costas canarias y los fondos marinos del Atlántico, de miles de negritos engañados por la promesa de un futuro áureo y próspero.

Caso 5. Un partido de fútbol entre dos equipos regionales, se convierte en el retrato realista, al más puro estilo Antonio López, de la España de Zapatero. Miles de fanáticos independentistas reunidos en un estadio, loan las proezas de los desalmados gudaris de la tribu, mientras los gobernantes de ambas comunidades se miran complacientes al ombligo, a sabiendas de que las autoridades competentes, no sólo no actuarán contra tan desvergonzada demostración de chulería, sino que mirarán tranquilamente hacia otro lado hasta que escampe, que no tardará.

Caso 6. Penúltima constatación de la ruina del Estado de Derecho en España, tras la suspensión de la cumbre de ministros de vivienda que se iba a celebrar en Barcelona los próximos días 16 y 17 de Octubre. La razón: evitar la más que segura batalla campal que desatarían los grupúsculos de la izquierda antisistema que pululan a sus anchas por la Ciudad Condal, con motivo de tan relevante acontecimiento. A estas horas, los valientes vástagos políticos de Carod y demás caterva, estarán celebrando su victoria sobre la decencia y la Ley, con una de sus tradicionales orgías de rebuznos y eructos, que a buen seguro se habrán encargado de regar con los aromáticos orines y los apetitosos excrementos que desprenden sus entrañas.

Podría seguir, pero prometí sólo seis.

Lucio Decumio.

03 octubre 2006

Guerra de trincheras

Soldados australianos se protegen con mascarillas anti-gas en una trinchera durante la I Guerra Mundial.

El término se acuñó durante la I Guerra Mundial y hacía referencia a la estabilización o estancamiento de los avances de los contendientes en el Frente Occidental a partir de 1915. Tal y como se ha visto en infinidad de películas, básicamente franceses e ingleses de un lado -con el apoyo norteamericano a partir de 1917- y alemanes por otro, se enzarzaron en un conflicto espeluznante, con trincheras inundadas de barro y superpobladas de ratas, como escenario principal del conflicto.

Ninguno de los dos bandos era capaz de romper o traspasar las líneas enemigas y durante casi tres años, miles, tal vez millones de jóvenes ingleses, alemanes, italianos, franceses, americanos y de un sinfín de nacionalidades más, murieron mirando de frente a los nidos de ametralladoras de sus enemigos, mientras intentaban con desgarradora futilidad, alcanzar las trincheras de un adversario que en ocasiones, se encontraba a sólo unos metros de distancia de las propias líneas.

Técnicos consumados en lanzar a batallones completos a un más que seguro sacrificio, fueron los franceses, especialmente en batallas como la del Marne o la de Verdún, lugares en los que miles de soldados galos perecían cada hora sin que su suerte pareciera importar lo más mínimo a sus mariscales o generales. Las pírricas victorias del Ejército dirigido por Pètain en ambos episodios, se debieron básicamente a la valentía, la audacia y el arrojo de sus soldados y en no pocas ocasiones, al miedo a sufrir un consejo de guerra o a morir fusilados por sus propios compañeros, si desobedecían las demenciales órdenes de ataque en masa de unos oficiales atorados y encastillados en periclitados conceptos de estrategia bélica.

Sin embargo, aquella riada de muerte que zahirió con espantosa crueldad a las tropas francesas, terminó surtiendo el efecto deseado por el alto mando francés y mantuvo a raya a los alemanes, mientras esperaban ansiosos los refuerzos que llegarían desde América para cambiar el curso de la Historia.

Todo esto viene al caso, porque tras los postreros episodios que hemos podido leer y contemplar de esa siniestra novela que es el antes, el durante y el después del 11 de Marzo, las últimas decisiones del alto mando del ejército gubernamental, me recuerdan a los desesperados y suicidas ataques de la infantería francesa encaminados a detener el avance alemán.

Con la afortunada salvedad de que, al contrario de lo que sucedió hace noventa años en las riberas del Marne o en los aledaños de Verdún, no parece que el ejército que se empeña en atajar la lenta pero decidida marcha de los que pugnan por averiguar la verdad de lo ocurrido aquel infausto jueves, tenga demasiado éxito, pese al terrible desgaste que están sufriendo sus cuerpos de infantería.

Pensaron, como tantos otros estrategas del tres al cuarto, que su infinita superioridad de medios y personal, garantizaría una victoria aplastante frente a un enemigo desmoralizado y desubicado por el golpe mortal del 11 de Marzo.

Sin embargo, pese a esa supremacía numérica, el ejército que defiende el estandarte de la versión oficial, emplea cada vez más energías en recomponer de forma improvisada sus líneas defensivas, así como en obstaculizar el progreso de sus enemigos, que en pasar a organizarse convenientemente para tomar una iniciativa que cada vez contempla más alejada de sus posibilidades.

Su enemigo, un ejército que empezó siendo pequeño, destartalado e insignificante, ha ido cobrando efectivos y energías y gracias a su pujanza, su audacia y sobre todo, a la fe y a la convicción que muestran en torno a la nobleza y la dignidad de su empeño, está arrinconando al poderoso Leviatán, mientras éste no para de sacrificar a algunas de sus mejores unidades -léase ABC, El País, el juez Garzón- tratando de detener un avance cada vez más firme.

P.D. Olvidémonos por un momento de símiles y comparaciones con sangrientos episodios del pasado y centrémonos en el hecho de que el PSOE y el Gobierno han ordenado la inmolación sin condiciones de dos de sus mejores siervos -ABC y Garzón- ante un caso tan poco ilustrativo de la relación de ETA con el 11-M, como el del informe que hacía referencia al ácido bórico.

Si han sacrificado esas dos piezas para tratar de echar cemento sobre este caso que para mí, insisto, resulta muy poco significativo de la relación etarra con los atentados, yo me pregunto qué no harán en el futuro para tratar de ocultar o eludir sus responsabilidades por acción, omisión u ocultación, cuando las revelaciones acerca de esa conexión y de otras aún más nauseabundas, ya sean incontestables.

De hecho, algo tienen que estar preparando y no sólo son las amenazas que ha proferido hoy Antonio Camacho contra quienes osen poner en duda la profesionalidad policial, tanto dentro y fuera del cuerpo. Andémonos con mucho cuidado.

Lucio Decumio.

28 septiembre 2006

Guerra submarina

El sumergible "El Mundo" ya ha lanzado con éxitos sus primeros torpedos contra la flota socialista. Las andanadas continuarán en el futuro y los resultados pronto se dejarán ver.

La experiencia y el transcurrir de los años nos dicen que cuando en España gobierna el Partido Socialista y sus prebostes sacan a relucir lo peor de sí mismos, que es mucho y variado, los titulares y los reportajes del diario "El Mundo" se encargan más temprano que tarde, de transmutar los plácidos desayunos de Moncloa y Ferraz, en dolorosos cortes de digestión y súbitos atragantamientos.

De igual modo, esa misma experiencia y ese mismo transcurrir de los años, también nos aseguran que cuando uno de los torpedos lanzados con milimétrica precisión por el periódico de Pedro J. contra la línea de flotación del acorazado socialista, impacta en la sala de máquinas y ésta comienza a arder, el nerviosismo se desata en la hasta entonces, confiada tripulación, mientras el ensoberbecido alto mando del navío, trata de ocultar su propia ineptitud elevando el tono de unas órdenes tan absurdas como inútiles.

Experiencia y transcurrir de los años que también nos instalan en la certeza de que el proyectil que tanto daño ha causado, no es el único con el que cuenta el poderoso sumergible del director riojano y que otros, ya se encuentran prestos a ser catapultados contra el casco de la que parecía hasta ese instante, insumergible embarcación.

Los destructores que rodean al acorazado, como buena flota de salvaguarda del buque insignia, intentan localizar y hundir al submarino enemigo mediante cargas de profundidad, muchas de ellas lanzadas sin ton ni son y sólo como inmediata y no estudiada respuesta, a un ataque que por el contrario, ha sido perfectamente planificado y elaborado durante meses.

Pedro Jota no da puntada sin hilo y continuando con el símil de la guerra submarina, no lanza un torpedo si no tiene otro preparado en la recámara para rematar la labor destructiva realizada por el primero. Y así sucesivamente. Cuando "El Mundo" se lanza a aguas abiertas a por la flota rival, es porque va perfectamente pertrechado, cargado hasta arriba de suministros y munición, con una tripulación perfectamente entrenada y dispuesta para el combate y por último, con un mapa de coordenadas que le indican con exactitud, la ubicación, la disposición y las debilidades de su objetivo.

Las batallas del GAL y del 11-M entre el PSOE y "El Mundo", se desencadenaron por diferentes motivos y en distintas circunstancias. Sin embargo, los rivales vuelven a parecerse enormemente y las refriegas, las escaramuzas y los enfrentamientos, discurren por unas trazas tan parecidas en ambos casos, que uno no tiene más remedio que... iba a decir sonreír, pero las 192 vidas sacrificadas entre las vías de cercanías de Madrid y los miles de personas que vieron amputadas su integridad física y emocional, sólo para descabalgar al Partido Popular del poder e iniciar un convulso período de penumbra política y social, me impiden siquiera hacer esbozo de la más imperceptible expresión de alegría.

Lucio Decumio.

21 septiembre 2006

De vuelta

Nunca podremos agradecer lo suficiente a Pedro J. Ramírez y a su equipo de investigación, así como a Luis del Pino y otro ramillete de selectos periodistas e investigadores, su titánica labor encaminada a desentrañar los tenebrosos misterios que se ocultan tras la masacre del 11 de Marzo de 2004. Hoy han sido los documentos recortados y falsificados por Interior, pero mañana serán otros de mayor calado y pasado mañana, nuevas demostraciones, declaraciones y entrevistas que acabarán por desenmascarar a quienes todos nos imaginamos.


No entraré en densas explicaciones acerca de mi prolongadísima ausencia ciberespacial. Han sido varias y variopintas las causas, pero sobre todo, cabe destacar entre todas ellas, un notable grado de molicie intelectual. ¿A qué ha sido debida? Algo indico al final del texto, así que los interesados, habrán de concluir su lectura. El caso es que he vuelto por donde solía, por un lugar al que me apetecía regresar hace tiempo, pero en el que una y otra vez, demoraba mi renovada presencia.

Imagino que serán pocos, muy pocos los que lean este nuevo "post". Ya era escuálido el grupo de los que me leían -pero fieles, justo es reconocerlo-, así que supongo que hasta que esta página recupere el ligero pulso de que gozaba en el pasado, pasará un tiempo más que prudencial.

Y como de costumbre, después de la consabida introductoria, entro en harina o arena, que tanto da.

Las revelaciones en torno al 11-M se suceden. Quienes me han leído durante años, especialmente desde que se produjeron los horrendos atentados, saben cuál es mi opinión acerca de los responsables, aunque la resumiré para no obligar a nadie a volver a realizar complejos y pesados ejercicios de arqueología virtual.

A/ Planificación socialista y separatista, más que seguramente moldeada en algún oscuro y nauseabundo sótano de Perpiñán, en otoño de 2003. B/ Ejecución etarra. C/ Entrada en escena de la artillería mediática adicta y afecta al Partido Socialista, para montar en cuestión de horas una ceremonia de confusión digna de la mejor tradición golpista de la izquierda nacional. D/ Inversión de los valores morales y democráticos en la jornada de reflexión para generar iracundia y resentimiento en proporciones difícilmente igualables, contra el partido en el Gobierno. E/ Culpabilización de unos moros muertos de hambre a los que antes que de inanición, matan con munición. Y F/ Proceso de ocultación, manipulación, tergiversación y destrucción de pruebas, testimonios y testigos que aún dura.

Contra esto se han alzado un selecto grupo de valientes y briosos guerreros, que han empuñado armas tan peligrosas para el totalitarismo y el sectarismo que se nos quiere imponer, como las dagas de la verdad, las lanzas de la honradez, la espadas de la lealtad y las flechas de la justicia. Tienen nombres y apellidos y generalmente, responden por Casimiro García Abadillo, Luis del Pino, Fernando Múgica, Pedro José Ramírez y Federico Jiménez Losantos, por sólo citar a los más destacados.

Ha habido muchos más. Los cientos, seguramente miles de personas que activa y desinteresadamente, han puesto sus conocimientos de química, criminología, explosivos, derecho, judicatura o simple lógica intelectual, al servicio de la causa de la verdad y el esclarecimiento de la masacre. Me refiero sobre todo a las legiones de comentaristas del blog de Luis del Pino, una herramienta que este titán puso en marcha hace cerca de un año y que ha hecho más daño a la cadavérica versión oficial, que cualquier otro mecanismo puesto en marcha para desactivarla y desenmascararla.

A todos ellos, brindo mi reconocimiento. Se aproximan momentos críticos, seguramente hasta peligrosos. Los responsables y los beneficiarios de aquel espantoso holocausto, están viendo cada vez más cercano el final de la farsa y de la mentira. Y esta no es una farsa o una mentira como cualquier otra. Ésta está enmarcada en el contexto de un golpe de estado en toda la regla, encaminado a descabalgar del poder a un partido político al que el extremismo de izquierdas, el panislamismo furibundo y el separatismo de todo pelaje, no perdonaban que hubiera puesto a España en un lugar destacado y sobresaliente de la escena política y económica a nivel global y a cada uno de ellos, en el justo y apartado lugar que les correspondía.

Por ello, porque el dantesco episodio se cobró la vida de 192 compatriotas y zahirió física y psicológicamente la de otros 1.700, es por lo que estos individuos no pararán en barras a la hora de erosionar, corroer y desacreditar la carrera profesional y quién sabe si la vida, la familia y la hacienda de estos vigorosos soldados de la verdad. Si mataron en masa y mintieron sin empacho al pueblo para instalarse en las poltronas del poder, ¿qué no harán para evitar caer desde ellas con el estrépito, el escándalo y la repugnancia que ocasionaría entre todos sus conciudadanos, la constatación de la terrible verdad que cada día más acechante, descorre el dramático velo tejido para ocultarla?

Odio, resentimiento, envidia y afán de poder, de venganza y de revancha, fueron sus razones y sus motivaciones. Pensaron en los réditos del presente, pero no en las cuentas que deberían rendir en el futuro.

Y las pagarán, cada día me caben menos dudas de ello. Durante muchas de las semanas que duró mi ausencia virtual, llegué casi a la convicción -pusilánime de mí- de que la lucha estaba perdida, pues sus medios eran infinitamente superiores y muchos en nuestro bando, especialmente en algunos sectores del Partido Popular, estaban dispuestos a entregar el estandarte al enemigo.

Insisto, estuve al borde de la claudicación y de la rendición ante la aparente impenetrabilidad de sus defensas, convencido de que cualquier intento de sobreponerse a la ignominia constante a la que nos veíamos sometidos, resultaba vano y fútil.

Sin embargo, la fortaleza, la templanza y la presencia de ánimo de los guerreros previamente mencionados y la congestión y la ira que se ha dibujado en las reacciones del enemigo ante las sucesivos embates, perfectamente organizados, coordinados y ejecutados en el espacio y en el tiempo por las fuerzas del bien, me han devuelto el ánimo y el resuello.

Que se vayan preparando los delincuentes y los asesinos. Muchos van a reencontrarse en breve plazo con antiguos compañeros de correrías, corruptelas y contubernios. La diferencias es que unos tendrán la suerte de abrazarse en el exilio con sudorosos tiranos caribeños, sodomitas reyezuelos del Magreb y analfabetos corsarios andinos, mientras que otros, tendrán que compartir catre, muros, rejas y alambradas con viejos empleados de las cloacas del Estado.

Lucio Decumio.

09 mayo 2006

Son geniales

La verdad es que hay gente para todo. Incluso los hay que invierten en sociedades financieras cuyo principal valor de revalorización, son los sellos. Y también hay gente que emplea a estas empresas como corderos pascuales a los que poder sacrificar ante la opinión pública, para ocultar sus propias vergüenzas en asuntos de muchísima mayor trascendencia. En fin, PSOE en estado puro.

No me lo podéis negar. Ayer decía que el Gobierno de ZP, encabezado por Rubalcaba, tardaría más bien poco en poner en marcha alguna operación de despiste para que la atención informativa se focalizara -tras la publicación de la sentencia sobre el Caso Bono- en puntos menos comprometidos para la integridad política de los miembros del Ejecutivo. Y si la nueva exclusiva implicaba a miembros del Partido Popular, aunque éstos fueran primos de la tía de las sobrinas políticas del cuñado de Zaplana, mejor que mejor.

Y la realidad, es que no han tardado nada. De hecho, apostaría diez años de mi vida a que Rubalcaba ya tenía preparada desde hace tiempo la tapadera de la presunta estafa de Afinsa y Fórum Filatélico, para ponerla encima de la sentencia del Caso Bono y evitar así, que la atención de los medios se concitara durante demasiadas jornadas en un escándalo que sí que es realmente mayúsculo e infame. Y casi me dejaría cortar un dedo si finalmente, el inquietante nuevo Ministro del Interior, no saca de la chistera alguna mochila de Vallecas, alguna cinta coránica o alguna furgoneta Kangoo, que conecte este repentino fogonazo financiero, con algún dirigente del principal partido de la oposición.

En su perfidia y en su malicia, son realmente geniales, únicos, irrepetibles. Si emplearan todas las energías que utilizan para urdir oscuras tramas, tapar siniestros agujeros y sortear alegremente las leyes que les estorban, en aplicar un mínimo de sentido común y de Estado a sus políticas tanto internas como externas, otro gallo nos cantaría, seguro. Pero son así y así seguirán.

Y un par de puntualizaciones más para terminar. En un primer término, Afinsa y Fórum Filatélico ya han declarado, por activa y por pasiva, que sus cuentas están en regla y que los inversores nada tienen que temer. Por lo que a mí respecta, cuando miro a un lado y a otro y me veo en la disyuntiva de creer la versión de Rubalcaba o la de las empresas, el histórico de este individuo me obliga a inclinarme por las tesis defendidas por las últimas.

Ciertamente, las dos sociedades bien pudieran haber cometido alguna irregularidad, pero estoy convencido de que a la vista de quiénes les han denunciado, cómo y en qué momento, la falta terminará revelándose tan menor, que pronto los detenidos estarán en su casa, el asunto caerá en el olvido y las aguas volverán a su cauce.

Y en segundo lugar, si este escándalo -si así podemos llamarle- no remite en cuanto a intensidad informativa durante los próximos días, insisto en mi tesis de que será porque Moraleda, Rubalcaba y ZP, habrán encontrado algún modo de endilgárselo al PP. Se admiten apuestas. Seguro que gano.

Lucio Decumio.

08 mayo 2006

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Constantino Méndez, a estas horas, ex Delegado del Gobierno de ZP en Madrid, en el momento de hacer pública su dimisión tras la sentencia del caso de los militantes del Partido Popular detenidos ilegalmente en Enero de 2005. Falta la dimisión de José Antonio Alonso, el tipejo que entonces exigió desde la congestión y el paroxismo, detenciones de militantes del principal partido de la oposición y las públicas disculpas de José Bono por sus reiteradas falsedades.

Bien, bien, bien. Son esos pequeños triunfos que a veces nos ofrecen los periodistas empeñados en destapar los trapos sucios del poder y los que también nos otorgan algunos miembros decentes de la carrera judicial, los que nos hacen seguir creyendo, al menos a gente como yo, en que la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, en torno a los salvajes y siniestros atentados del 11 de Marzo, terminará viendo algún día, no demasiado lejano, la luz.

Para quienes hemos denunciado constantemente los manejos del Partido Socialista y de sus nauseabundos socios encaminados a erosionar, minar y cuartear a la oposición política personificada en el Partido Popular, esta sentencia significa una victoria moral de primer orden, que desenmascara sin paliativos, la maniobra manipuladora puesta en marcha por el Gobierno, allá por Enero de 2005, ofreciendo -a quien lo quiera ver, desde luego- un nítido reflejo de la catadura de Zapatero y sus adláteres.

Asimismo, este soplo de aire fresco que nos llega desde las campiñas del Poder Judicial, redobla, como decía previamente, mi confianza en que más temprano que tarde, las gentes empeñadas en escalar la cordillera de mentiras, manipulaciones y aviesas conjuras que surgieron en nuestro paisaje tras el seísmo terrorista del 11 de Marzo, lograrán su objetivo.

Sin embargo, uno nunca está seguro cuando se la está jugando con socialistas, comunistas o nacionalistas. Cuando estas gentes, acostumbradas al matonismo tabernario y a la pendencia callejera, reciben un correctivo de estas características por parte de un sistema judicial al que no se creen sujetos, hay que estar preparado para cualquier reacción y nunca buena. Pese a mi alborozo por la sentencia y por lo que significa, insisto en que habrá que estar preparado para el contraataque que a estas mismas horas, que a nadie le quepa duda, ya debe estar preparando esa caldera de intoxicación y mendacidad que es Rubalcaba.

Y es que estas furibundas gentes de la izquierda, entienden la vida política de un modo muy particular. Mucho cuidado, pues, habrán de tener dirigentes y afiliados del Partido Popular, pues tradicionalmente, el Partido Socialista ha buscado enmascarar sus peores imposturas, con actuaciones aún más dañinas para la libertad y la democracia.

Si no salieron triunfantes a la hora de intentar mancillar el perfil democrático del partido dirigido por Rajoy, a través de la burda patraña urdida en torno a José Bono, estemos preparados para cuando den con la tecla que les permita poner en marcha una nueva tramoya de volúmenes aún más notables. Zaplana, Acebes, Rajoy y Aguirre, serán sin duda, los portaaviones sobre los que lanzarán a sus kamikazes.

Y a lo que iba. Éste ha sido el primer golpe y bastante importante, por otra parte. Tras la durísima sentencia condenatoria contra los tres policías que por órdenes de la autoridad política, detuvieron ilegalmente, manipularon documentos, falsificaron testimonios y coaccionaron a los detenidos, muchos de los agentes que hayan participado en tareas similares durante los dos años que ha durado la instrucción de los atentados del 11 de Marzo, se habrán echado a temblar y se habrán dado cuenta de que aquí, quien paga no es el que ordena, sino el que ejecuta la orden.

Estos tres agentes, son los nuevos Amedo y Domínguez -alguien como Carmen Calvo, seguro que sólo contabiliza uno, como Ortega y Gasset o Ramón y Cajal- y Constantino Méndez, el nuevo Sancristóbal. Unos simples brazos ejecutores de las políticas antidemocráticas y anticonstitucioneales del Partido Socialista, una organización político que a cada día que pasa, da más y más muestras de su genética incapacidad para afrontar las tareas de gobierno desde ópticas como la decencia, la honradez, el juego limpio y el respeto por la verdad, la justicia y la libertad.

Lucio Decumio.

25 abril 2006

La verdad se abre paso

El montaje fotográfico que nos ofrecen hoy en El Mundo no tiene desperdicio. La imagen de arriba es un reflejo de aquello que contemplaron los primeros policías que llegaron a la altura de la famosa furgoneta de Alcalá y que tras forzar sus puertas, inspeccionaron. Y la fotografía inferior es indicativa de lo que según el sumario del juez del Olmo, deberían haber visto esos mismos agentes. ¿Cuál es la pena por manipular de un modo tan flagrante, las pruebas de un sumario por delito de terrorismo? ¿Cuál debería ser el castigo para quienes idearon y pusieron en marcha la masacre y las consiguientes cortinas de humo para su ocultación?

Gracias a la ímproba y abnegada labor de un puñado de valientes periodistas, independientes del orwelliano poder político que nos apabulla, paso a paso se van sabiendo más y más cosas de las sucedidas durante los oscuros días de Marzo de 2004.

O de las no sucedidas, para ser más exactos, pues todo apunta a que las miguitas de pan que milagrosamente fueron apareciendo en el camino de los investigadores y que dieron un giro de 180º a las líneas de investigación policiales y en última instancia, a las intenciones de millones de votantes durante el 14-M, fueron alojadas en coches, mochilas y demás objetos clave relacionados con la matanza, por aquellos que llevaban meses preparándola a conciencia desde vaya usted a saber qué siniestros escondrijos en Madrid, Perpignan o Rabat.

Por algo ha salido Bono con cajas destempladas del Gobierno, aunque sus sonrisas y sus castos besos con la Vicepresidenta parezcan indicar otra cosa. Por algo el retorcido pastor remendón ha encargado a la raposa encarnada por Rubalcaba, que cuide de unas gallinas cada vez más alborotadas e inquietas. Por algo se le están perdonando y justificando a ETA, sus últimos atentados, extorsiones y cócteles molotov.

Todo va encajando más despacio de lo que muchos quisiéramos, pero mucho más deprisa de lo que nunca sospecharon quienes se beneficiaron políticamente de la carnicería. Y aunque los procesos de intoxicación, manipulación y agitación empleados tras los atentados terroristas del 11 de Marzo para expulsar al PP del Gobierno de la Nacion y que se extendieron durante los dos años posteriores, pudieron parecerles impecables a sus autores, la verdad es terca y sobre todo, si su búsqueda se ha convertido en una auténtica obsesión para aquellos que han apostado audazmente por ella.

No contaron con una máxima universal a la hora de ejecutar sus maléficos planes, pues cuando uno o varios hombres de afilado ingenio y descollante inteligencia idean el más intrincado de los laberintos, uno o varios hombres de afilada inteligencia y descollante ingenio, pueden dar con la clave para salir airosos del mismo.

Mi aliento, mi reconocimiento y mi apoyo incondicional a Luis del Pino, Fernando Múgica y Casimiro García Abadillo, que secundados por los equipos directivos de sus respectivas empresas y en algunos casos, llevados en volandas por cientos de españoles anónimos que aportan su granito de arena a las arduas investigaciones que llevan a cabo, poco a poco nos van mostrando los tibios rayos de luz que habrán de terminar por alumbrar el negruzco túnel en el que nos hallamos.

Lucio Decumio.

24 abril 2006

Islam

Hace pocas semanas, los líderes musulmanes dieron nítidas muestras de cuáles son sus pretensiones en relación a la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia, no sólo de sus pueblos y súbditos, sino también de esa Europa Occidental cada vez más entregada política y filosóficamente a la religión de la paz.

Prometo -en realidad me lo prometo a mí mismo- no volver a dejar de escribir en el blog durante un período tan largo de tiempo. Aunque sean unas líneas cada noche, intentaré hacer un esfuerzo. Una buena amiga me dio hace tiempo un consejo a tener en cuenta. Escribe, Lucio, escribe sobre lo que te apetezca a diario, aunque sólo sea durante un cuarto de hora, pero hazlo. Querida amiga, voy a procurar llevar a efecto tus recomendaciones.

Bien, creo que este titular ya lo he empleado en alguna ocasión. No importa. Y no importa por la sencilla razón de que considero imprescindible seguir denunciando a quienes, en aras de un respeto multicultural mal entendido, tienen siempre un pretexto a mano para excusar las barbaridades cometidas en nombre de la "Sumisión", pues no otra es la traducción al español del vocablo árabe en cuestión. Así como también es necesario continuar desenmascarando a los mismos líderes musulmanes y a las enajenadas que los secundan, que empleando muy acertadamente -para sus intereses- las técnicas propagadísticas de la izquierda europea y sobre todo española, pretenden que se les juzgue por lo que dicen y no por lo que hacen.

Ahí radica la comunión de intereses entre ambos. La falta de palabra y la ausencia total de coherencia entre lo manifestado y lo realizado.

Nos hemos cansado en las últimas fechas, años diría, de oír como a los mismos prebostes mahometanos que financian a los terroristas suicidas que se hacen volar por los aires al lado de cientos de judíos, norteamericanos o simplemente, turistas occidentales que descansan en cualquier parte del globo, luego se les llena la boca de vocablos como concordia y entendimiento mutuo. Los gobernantes y ayatollahs que envenenan a las masas de sus países contra Occidente y les animan a asaltar embajadas, quemar banderas y eliminar infieles, son los mismos que posteriormente, proclaman a los cuatro vientos que la religión islámica, es religión de paz.

Sin embargo, los hechos son incontestables, aunque la propaganda islámica, en colusión de intereses con la izquierda, se convierta en altavoz de realidades diametralmente opuestas. Hoy han saltado por los aires decenas de habitantes de Bagdad, al tiempo que una treintena, como poco, de turistas que descansaban plácidamente en una ciudad egipcia, han acabado con sus vísceras esparcidas por el suelo. Para culminar esta nueva demostración universal de respeto por la vida, los derechos humanos y las libertades, el siniestro presidente iraní ha lanzado su penúltima bravuconada anti-semita y belicista, sin que una Europa atada de pies y manos por su propia pusilanimidad y falta de valor, haga nada realmente contundente contra semejante individuo.

En este último sentido, todavía nos quedan los Estados Unidos, dirán los optimistas, pero tras el fiasco iraquí -no tanto en el plano militar, como sí en el informativo- sospecho que pocas ganas deben quedarles a los norteamericanos para embarcarse en otra aventura bélica en Persia y acabar con uno de los matones más peligrosos que pueblan la faz de la Tierra.

Pero como digo, me temo que los americanos deben estar ya un poco hartos de sacarnos a los europeos las castañas del fuego para que luego se lo agradezcamos como lo hacemos, es decir, teniéndoles por unos vaqueros criminales que esperan la menor para desenfundar sus pistolas y sus aviones y abusar de cualquiera que ose inquietarles.

Espero sinceramente que no se dé el caso, pero si dentro de unos meses o tal vez un par de años o tres, alguna ciudad judía arde por los cuatro costados tras un enfebrecido arrebato nuclear del terrorista venido a presidente iraní, ya será tarde para echarnos las manos a la cabeza. Claro que para entonces, la poderosas calderas de la propaganda izquierdista y filo-musulmana, se encargarán de revolver la realidad a su antojo, para eludir su responsabilidad en el desastre y achacársela a otros.

En fin, no ha sido un cuarto de hora, sino un poquito más, pero he podido desahogarme de nuevo contra todos estos impostores que nos quieren adocenar y adormecer como si fuéramos unos imberbes infante y hacernos comulgar con sus ruedas de molino sobre las que por una cara se escribe la palabra paz y por la otra, rendición.

P.D. Subir imágenes a Blogger con el Emule encendido, es materialmente imposible. Mañana la cargo desde otro PC.

Lucio Decumio.

27 marzo 2006

Tanto que decir y tan poco el tiempo

Ayaan Hirsi Ali, un espejo en el que muchos deberían mirarse. El problema es que ese ejercicio de autocrítica les devolvería una imagen de sí mismos que no les gustaría demasiado.

Menuda cursilada de encabezamiento. Parece el título de un tango de Carlos Gardel. En fin, cosas de la vida. Tras largos días sin acercarme por mi ventanal ciberespacial, necesito un pequeño calentamiento, un período de aclimatación, como esos futbolistas que llevan 70 minutos en el banquillo y a los que el entrenador manda de repente a correr por la banda para que entren en calor y puedan salir a darlo todo en el terreno de juego durante los ocho o diez últimos minutos de partido.

Pues esto es igual, empiezo enrollándome acerca de cuestiones que no sólo no tienen el menor calado, sino que además, no interesan a nadie. Pero como decía previamente, me sirven para soltar los dedos y para encontrarme en mejor forma cuando tenga que entrar en harina. Así, también se evitan percances y lesiones.

Llevo muchos días queriendo hablar de Ayaan Hirsi Ali. Para los menos documentados, decir que no se trata de algún descendiente del legendario boxeador. Tampoco es el nombre por el que responde ningún sultán, emir o visir con el que Zapatero o sus aliados estén dispuestos a formalizar un paso más de su nefanda payasada de la Alianza de Civilizaciones.

Ayaan es mujer. Es somalí de origen y holandesa de adopción. Y es diputada por el Partido Liberal Holandés en el Parlamento de ese pequeño gran país, tras haber renunciado a su primigenio posicionamiento socialdemócrata. Su condición de oriunda del cuerno de África le concede una visión del mundo en el que nació, creció y estuvo a punto de morir, muy distinta a la paradisíaca fotografía que tienen almacenada en sus limitadas entendederas, los socialistas e izquierdistas que en el mundo son, siempre animados y convencidos de que el abrazo con cualquier corriente filosófica, política o religiosa ajena a Occidente, al clasicismo greco-romano y al Cristianismo, es lo mejor que le puede pasar al decrépito y globalizado sistema de libertades en el que vivimos.

Ayaan lleva años denunciando a la sociedad en la que nació y a la religión que la somete y sojuzga. Desde su condición de pretérita musulmana y sobre todo de mujer, bien sabe cómo se las gastan en todas y cada una de las naciones de mayoritaria confesión mahometana. Conculcación de derechos humanos en volúmenes y medidas difícilmente imaginables, corrupción económica y política a escala mayúscula, presencia asfixiante de los preceptos más radicales de la religión en todos los ámbitos de la sociedad y sobre todo y por encima de todo, un tratamiento denigrante, vejatorio, insultante y esclavista hacia todo lo que huela, aparente o parezca una mujer.

De ahí mi reconocimiento hacia una señora con mayúsculas, extraordinaria en todas sus manifestaciones y clarividente en sus juicios rotundos, claros y definidos en torno a la sociedad que la vio nacer y a la que posteriormente la acogió y le concedió la oportunidad de desarrollarse como ser humano y como mujer a un tiempo. Sabe perfectamente cuál de las dos civilizaciones merece su respeto, su apoyo y su compromiso. Y no se ha cansado de pregonarlo a los cuatro vientos, aun a riesgo cierto de su integridad física y porqué no decirlo, también de su vida.

Desde el asesinato de su amigo, el cineasta Theo Van Gogh, crimen que no mereció cartas firmadas a dúo entre nuestro Presidente del Gobierno y el primer líder musulmán que se le pasara por la cabeza, asesinato que ocupó efímeros minutajes y volátiles líneas en los medios informativos del mundo civilizado, Ayaan vive escoltada.

La amenaza permanente de los fanáticos de esa religión que a sí misma se autodenomina "de paz" la obliga a vivir pendiente de su espalda y dependiente de unos individuos que velan por su integridad, tal y como les sucede a otros cientos de personas que a nosotros nos suenan de largo tiempo atrás. Cuántas coincidencias entre unos desalmados y otros. Cuántos puntos en común entre los que asesinan y extorsionan en nombre de la pureza de sangre de la tribu y los que matan y se inmolan en el altar de su paroxismo religioso.

En definitiva, cuántas similitudes entre el trato dispensado por las izquierdas europeas a los asesinos y criminales de una y otra condición y origen. Cuán sospechoso parecido entre las palabras de apaciguamiento, comprensión y diálogo que se vierten desde nuestro gobierno y sus aliados hacia quienes aplican la justicia criminal que se desglosa en sus escritos coránicos y las que les hacen llegar a aquellos que tras cuarenta años de terror asesino en nuestras tierras, ahora parecen merecer el premio de la mano tendida y el beneficio de la duda del pensamiento débil, en cuanto afirman que hacen un alto en el camino en su depredador transitar.

Pero ante todo y sobre todo, cómo se asemejan en el maltrato que reciben del izquierdismo multiculturalista y disgregador, las víctimas de una y otra vertiente. Aislamiento, hipocresía y rechazo es lo que suelen merecer cientos, seguramente miles de valientes luchadores por las libertades individuales de individuos que como Zapatero y tantos otros de su estirpe, les consideran una suerte de apestados, un rebaño obstaculizador de sus objetivos mesiánicos, unos parias que sólo merecen desprecio y desafecto por el simple y heroico hecho de haber interpuesto sus vidas y sus convicciones en el camino de los desalmados y en la ruta de los nihilistas que no se cansan de justificarlos.

Lucio Decumio.

12 marzo 2006

11-M

La imagen de hoy habla por sí sola y servidor, que se identifica plenamente con las palabras al pie de la misma, poco más puede o tiene que añadir.

Se me hace cada vez más difícil encontrar un hueco para continuar asomándome al mundo virtual a través de esta pequeña rendija. Sin embargo y pese a las dificultades horarias, voy a seguir interviniendo en mi vetusto cuaderno cibernético siempre que pueda -trataré de que sea al menos con carácter semanal- y considere que lo que tengo que añadir en sus páginas, tiene la suficiente relevancia, ya sea para mí o para los que tienen a bien entrar aquí y mostrar su interés por lo que digo.

Hoy sólo tres párrafos.

El primero, para recordar lo que dije hace ya bastantes meses, posiblemente semanas después del atentado del 11 de Marzo de 2004. A los culpables de aquella masacre espantosa, tal y como sucede en las películas en las que se cometen uno o varios crímenes, hay que buscarlos entre los beneficiarios de la carnicería. Normalmente, los herederos de la fortuna del finado tienen mucho que ver con el deceso. En el caso que nos ocupa, las víctimas son la libertad y la democracia, mientras que la herencia a repartir es nuestra vieja y amada España. Lo puedo decir más alto, pero no más claro.

En el segundo, felicitar efusivamente a quienes, como Luis del Pino o Fernando Múgica, dignifican la profesión de periodista -tan vituperada en los tiempos que corren- y han hecho de la investigación exhaustiva de aquellos luctuosos hechos y de su compromiso con la verdad acerca de lo sucedido, su ruta, su camino y su pragmática obsesión durante estos dos años. Aquella verdad que miles de personas y decenas de políticos reclamaron vociferantes al Gobierno de Aznar y ante las sedes del PP en las fechas previas a las elecciones del 14 de Marzo y de cuyas pesquisas se inhibieron o en el peor de los casos, obstaculizaron tras la victoria socialista, aflora poco a poco gracias a la sobresaliente labor de estos dos titanes. Y lo que es peor para quienes se aprovecharon de que el Pisuerga pasaba por Valladolid o lo hicieron pasar por allí; esa verdad cada vez adquiere perfiles más y más inquietantes.

Tercero. Si quedaba alguna duda de las aristas totalitarias del actual gobierno socialista y del miedo que recorre cada poro de su piel ante las inagotables revelaciones que desmontan la versión de los atentados que les llevó hasta la poltrona, basta leer las recientes declaraciones de la Vicepresidenta de la Vega, acusando al PP de lanzar sombras de sospecha sobre la prefrabricada realidad gubernamental acerca de los crímenes. Comete aquí, la diestra bailarina de danzas tribales africanas, dos errores de bulto. El primero, acusar al Partido Popular de algo que no ha hecho, pues es la Prensa Libre, con mayúsculas, la que con sus investigaciones e informaciones, pone en entredicho un día sí y otro también, la insostenible versión de un atentado de Al Qaeda como represalia por el apoyo de Aznar a la intervención aliada en Iraq. Y segundo, De la Vega supura por la herida y demuestra al mundo su verdadera condición de izquierdista furibunda y enfebrecida, al intentar acallar las cada vez más numerosas voces que ponen en tela de juicio la versión socialista del atentado, mediante gritos, alaridos, graznidos, rebuznos y cortinas de humo que desvíen la atención de la opinión pública sobre lo verdaderamente notable.

Lucio Decumio.

02 marzo 2006

Definiciones

Evidentemente, no voy a mancillar esta página con las fotos de dos tipos que se escudan respectivamente en el color de su piel y en su condición sexual, para extorsionar moralmente a toda la sociedad y salir indemnes de sus propios excesos verbales o actitudinales. En su lugar, me permito colgar una imagen de la criatura más bella del Universo, la modelo y actriz Natasha Henstridge. Otra candidata era Charlize Theron, pero ha quedado relegada al segundo puesto en una reñida votación.

Samuel Eto'o: 1/ Atlético futbolista camerunés de color -en el siglo XX, negro- que rezuma rencor por sus cuatro costados al no haber podido jugar y triunfar en el primer equipo del Real Madrid.

2/ Destacado arrojador de gargajos a los rostros de los rivales que tratan de impedir que progrese con el balón controlado hacia el área defendida por estos últimos.

3/ Dejando de lado por unos momentos, como por arte de magia, su inveterado analfabetismo, gusta de concentrarse en sus ratos libres y de esparcimiento, en la delicada elaboración de elevados y sugerentes pareados que hacen las delicias del exigente paladar lírico de los aficionados de su club.

4/ En determinadas circunstancias, jugador de espíritu cobarde, chantajista y teatral, que encuentra perfectamente justificable el abandono del terreno de juego si los aficionados que apoyan al conjunto adversario no dejan de importunarle.


Pedro Zerolo: 1/ Antiguo y fornido heterosexual. Sujeto plenamente convencido de su condición hasta que su adicción por la gomina y los aceites para el cabello, terminaron empujándole hacia el siniestro callejón de la venta de su propia carne a individuos de retorcidos gustos amatorios.

2/ Desde su obligado cambio de orientación sexual, infatigable luchador por el reconocimiento de los derechos de tantos y tantos que hubieron de pasar por su mismo calvario y que se vieron forzados a ingerir carne a espuertas, cuando lo que ellos de verdad apreciaban, era el marisco.

3/ Insobornable azote del catolicismo, doctrina a la que con razón culpa de no haber puesto los medios necesarios para evitar su caída a los abismos y de haberse equivocado de medio a medio al considerar que su homosexualidad era simplemente la libre y consciente elección de un hombre libre, en un país libre.

4/ Ardiente paladín y fiel trovador de las bondades de determinadas confesiones religiosas que en numerosos puntos del planeta, tratan de reconducir la desviación sexual de miles de hombres mediante avanzadas técnicas de reeducación sexual, como son los latigazos, el encarcelamiento de por vida en cloacas a las que llaman prisiones, la horca o el tiro en la nuca. Todo ello con el fin de evitar que varones necesitados como en un tiempo pudo ser él, se vean abocados a usar de ciertas prácticas sexuales de espantosa crudeza.

Lucio Decumio.

27 febrero 2006

Se va y espero que para bien

García Remón, Stielike, San José, Benito, Pirri, Camacho, Juanito, Del Bosque, Santillana, García Hernández y Roberto Martínez. Nueve españoles y dos foráneos, algo muy distinto a la alineación presentada por el Real Madrid frente al Zaragoza hace unos días en el Bernabéu, en la que figuraban Casillas, Cicinho, Roberto Carlos, Woodgate, Sergio Ramos, Beckham, Zidane, Gravesen, Robinhno, Ronaldo y Baptista. Ése ha sido el gran error de Florentino, la desnaturalización del equipo y la inversión de cifras en la correlación entre nacionales y extranjeros.

Ya me gustaría que este titular fuera la marquesina que arropara el que sería sin duda, el comentario estrella de este humilde "blog"; el de la marcha de Rodríguez Zapatero de la Moncloa. Pero a falta de ver cumplido el sueño electoral de tantos y tantos millones de españoles que desean desde lo más profundo, que el actual Presidente del Gobierno abandone el cargo y concluya así la grotesca pero también siniestra etapa institucional iniciada el 14 de Marzo de 2004, a los no pocos millones de madridistas que contemplábamos entre perplejos y enrabietados, el errático rumbo del equipo de nuestros amores, nos queda el consuelo de la dimisión de Florentino Pérez.

Un primer apunte sobre la política económica desarrollada por Florentino en su etapa al frente del Real Madrid es de justicia, pues resulta evidente -al margen de determinadas consideraciones de grisácea naturaleza especulativa-, que su aplicada gestión empresarial ha sido notablemente fructífera a lo largo de los seis años en los que ha estado sentado en el sillón presidencial.

Sin embargo y pese a los éxitos deportivos que adornaron con sus guirnaldas los primeros años de Pérez como presidente del Real Madrid, asimismo resulta palmario que la deriva de resultados emprendida por el club desde la famosa noche de los cuchillos largos de Junio de 2003, tras la conquista del Campeonato Nacional de Liga de aquel año, es achacable, prácticamente en exclusiva, al mismo Florentino.

Tengo la sensación de que en aquellos instantes, Pérez, en un arrebato de soberbia, prepotencia y esnobismo que le ha terminado por costar, primero su puesto y después a todo el madridismo, un prolongadísimo túnel de penurias deportivas, se consideró por encima del bien y del mal y tomó decisiones no sólo poco acertadas, sino algo mucho peor, poco ponderadas y muy mal estudiadas.

En su afán por convertir al club en una entidad mucho más universal de lo que ya era, Florentino fue incapaz de delegar convenientemente las riendas deportivas en personas para las que el rendimiento económico inmediato de determinados fichajes fuera secundario y para las que las raíces filosóficas del club tuvieran mayor importancia.

Florentino creyó que el éxito deportivo podía y debía venir de la mano de una miríada de estrellas foráneas, quienes por el mero hecho de pertenecer a escuelas futbolísticas de renombre y llevar impreso en sus camisetas refulgentes nombres de exótico origen, consideró podrían adjudicarse torneos y campeonatos con la misma facilidad que vendían elásticas blancas y extendían el nombre del Real Madrid por todos los confines del Universo.

Pero el fútbol no es sólo un negocio y menos en el caso del Real Madrid. El gran lunar de Florentino ha sido el absurdo y despiadado desprecio demostrado hacia los jugadores españoles, dato que queda reflejado en el hecho de que entre las incorporaciones y fichajes tramitados a lo largo de estos seis años, sólo se haya contado un jugador español, Sergio Ramos, para más señas.

Sus decisiones en el plano deportivo siempre se han manifestado claramente lesivas hacia los intereses de los jugadores o los profesionales españoles del equipo, ya fueran éstos canteranos o provinieran de otras entidades nacionales. El trato que han recibido por parte del ex-presidente, profesionales de intachable trayectoria e impecable currículum como Fernando Morientes, Fernando Hierro o el propio Vicente Del Bosque ha sido injustificable. Otros, como Íker Casillas, Guti o Raúl González han salvado el pellejo debido a su juventud, su inquebrantable compromiso con el club o a las simpatías que despertaban en la grada, pero no gracias a un presidente empeñado en tareas megalómanas y propagandísticas que descosían poco a poco, la columna vertebral del equipo.

Columna vertebral que ha de estar formada -y esto, que aun siendo un juicio personal, estimo que es una idea con la que comulgan miles de aficionados- fundamentalmente por un núcleo duro de jugadores españoles, que procedentes de la cantera y de otros equipos nacionales, aglutinen en torno a sí los valores imperecederos de este club centenario y sean capaces de transmitirlos a quienes vienen de fuera y a los jóvenes que cada temporada llegan al primer equipo: casta, entrega, sacrificio y compromiso con el club.

Valores que difícilmente se le pueden exigir a un mismo tiempo a una plantilla de la que forman parte únicamente 11 jugadores nacidos en España, la mayoría de los cuales, desplazados por un interminable goteo de futbolistas de otras nacionalidades, deambulan por el campo y por los entrenamientos con la seguridad de que su presencia en el equipo no depende de sus méritos, sus logros o su trayectoria, sino de los caprichos financieros o publicitarios de un mandatario que ha perdido el rumbo.

La dimisión de Pérez ha sido un primer paso. Pero ha de completarse con otros, como la recuperación de las señas de identidad y los valores que han hecho del Real Madrid el mejor club del mundo. Hasta que eso no suceda, hasta que los aficionados no podamos identificarnos de nuevo con unos jugadores comprometidos y entregados a la tarea de seguir acrecentando la leyenda y la gloria del equipo y no la de sus cuentas corrientes, seguiremos igual, con o sin Florentino.

Lucio Decumio.

23 febrero 2006

El abuelito

Convierto ya en definitivo, el hábito de no colgar imágenes en esta página, de los grandes traidores del presente. La de hoy, que enlaza argumentalmente con los párrafos aquí vertidos, ha de servir exclusivamente como homenaje a todos aquellos españoles de todo origen, credo o condición, que perdieron la vida a manos de otros españoles durante tres años de locura y enajenación colectiva. Que aquel horror jamás vuelva a percutir y a rasgar la vida de la noble nación española.

Servidor ya no se sorprende de nada. De nada de lo que haga o diga el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De un hombre que ha pactado en la oscuridad y en la penumbra el futuro de España con quienes más odian y rechazan el concepto mismo de patria común e indivisible de todos los españoles, poco puede extrañarnos.

Ningún hecho, acto o declaración de un tipo que cuenta sus semanas en el Gobierno con otras tantas muescas en la pared de las ignominias políticas, de las afrentas a la mitad de un país y de la depravación ética, puede llevarnos al asombro o trasladarnos hacia el pasmo.

La última de este individuo que cabalga entre las monturas de la ignorancia supina y el rencor más acerado, bien la sabemos todos. Tratar de colarse entre el justificadísimo dolor de unos hombres y mujeres a los que una banda criminal, desalmada y enfebrecida, ha arrebatado a sus padres, hijos o hermanos de la forma más salvaje, con la excusa de que su abuelo cayera fusilado durante la Guerra Civil a manos del bando nacional, 22 años antes de que él naciera, nos ofrece la penúltima y más clarificadora instantánea de la nula profundidad moral de este sujeto.

Gracias a la innata habilidad socialista para hacer fluir el cauce del río informativo y de opinión siempre a su favor, contemplamos atónitos una vez más -la penúltima-, como unas declaraciones del Presidente del Gobierno, emponzoñadas con una gravísima ofensa sentimental y un intolerable chantaje emocional, le salen, desde el punto de vista del desgaste político y del escándalo social que deberían en buena lógica arrastrar, virtualmente gratis a su autor.

La vesania desestabilizadora de este hombre, así como su dramática insuficiencia académica, no conocen límites. Pero más allá de estas dos oscuras peculiaridades, resulta cada vez más evidente que el espíritu de Zapatero, salpicado por una miríada de tenebrosos lunares, acoge un rasgo particularmente retorcido y al que recurre cada vez con mayor frecuencia: su reconocida capacidad manipuladora, simplificadora y demagógica.

El recurso al abuelo fusilado en la Guerra Civil cansa y molesta por un millar de razones aunque sólo citaré cuatro: A/ Por lo obsceno y patético que resulta su permanente utilización como argumento justificador de algunas de sus políticas; B/ Por el contexto mismo en el que sucedieron aquellos acontecimientos y su lejanía en las noches de la Historia; C/ Por la nada disimulada intención de transmitir a la opinión pública, la sesgada idea de que una banda de fanáticos fascistas acabaron por diversión con la vida de un pacífico ciudadano de profundas convicciones republicanas y democráticas; y D/ Por el inexistente vínculo sentimental que puede unir a un hombre fallecido en un conflicto bélico, con el nieto que nacerá lustros después de la desaparición de aquél.

Pero como decía antes, lo peor de Zapatero es su inveterada proclividad hacia la mentira, la manipulación, el falseamiento de la realidad y la tergiversación de los hechos y de la Historia. Lejos de la noción de bondadoso militante pacifista acribillado por una depravada soldadesca franquista ebria de sangre republicana, es preciso hacer constar que el abuelo, el celebérrimo abuelo de Zapatero, era un oficial del Ejército republicano, que al entrar con su columna en uno de tantos pueblos de nuestra geografía que sufrieron el azote de aquella espantosa guerra, hizo desfilar por el paredón a no pocos simpatizantes nacionales.

Cuando al cabo de los meses, las tropas de Franco se hicieron con el control de aquella localidad, no hicieron otra cosa sino tomarse cumplida revancha de la primera matanza y cubrir la sangre de los primeros caídos, con la de quienes intimaban con la causa republicana, incluido lógicamente, el venerable antepasado zapateril.

El Presidente bien conoce esta historia, como tantas otras que en un sentido u otro, tiñeron de bermellón al espantoso trienio de desquites y venganzas a que se vio abocada España entre 1936 y 1939. Pero no interesa a sus fines hacerla pública, pues no es justicia lo que busca Zapatero cuando enmarca, entre lágrimas de cocodrilo, la memoria de su abuelo abatido por los proyectiles franquistas. Como tampoco la busca cuando remueve más toneladas de tierra que Gallardón, tras la pista de cualquier fosa o tumba que acoja a los ejecutados de uno solo de los bandos.

No, no va en pos de la justicia, la memoria y el recuerdo. Anda a la caza de la victoria que no consiguió su abuelo.

Lucio Decumio.

14 febrero 2006

Mejor que no haya ido

Quienes cometieron éstos y otros crímenes iguales o peores, están a punto de obtener el rédito que buscaban con su brutal y sangriento chantaje. Responsable: José Luis Rodríguez Zapatero.

Y que tampoco haya enviado ningún vídeo de apoyo, como sí han hecho todos los antecesores en el cargo a los que la salud aún se lo permite, pues aquél habría estado trufado de servil equidistancia, así como de cien manifestaciones pomposas, mil palabras vacuas y un millón de mentiras y embustes.

Las víctimas del terrorismo, lejos de sentirse ofendidas por su ausencia, deberían mostrarse aliviadas por la incomparecencia tanto física como virtual, de un tipo que ha hecho de la rendición ante el chantaje de los violentos de toda condición, el eje vertebrador de su política interior y exterior.

Lejos de considerar un agravio que no se haya personado en el III Congreso Mundial de Víctimas del Terrorismo para demostrarles su aliento y sostén, aquéllos que han perdido a sus hijos, padres, maridos o esposas a manos de los desalmados, deberían considerar un honor que el hombre que con más desdén y desprecio las ha tratado en los últimos cuarenta años, no haya mancillado con su presencia tan noble foro.

Si yo fuera víctima directa del terrorismo –en espíritu todos somos tales, pues es nuestro apego y convicción por la libertad, la democracia y los derechos humanos lo que nos convierte en el objetivo del rencor asesino de las alimañas- y me encontrara en la capital del Turia tomando parte en el ilustre concilio de los agraviados, los vejados, los mutilados, los enviudados o los huérfanos, consideraría como una afrenta personal, como un insulto sin posible redención y como una violación abrupta y alevosa de la ética y el decoro, la presencia entre tantos y tan dignos representantes del dolor y la decencia, del Presidente del Gobierno.

Si yo me encontrara entre los cientos de personas que han perdido a sus seres queridos en el altar de la demencia, si yo fuera uno de tantos que han digerido su rabia y su indignación entre las paredes del ignominioso silencio nacionalista, si yo hubiera tenido el honor de padecer el acoso, la burla y el oprobio de los lugartenientes de los asesinos y de los criminales mismos, si mi luto hubiera sido ejemplo de hidalguía, entereza y generosidad para todos mis compatriotas, no querría, por nada de este mundo, que el hombre que le ha dado buen nombre al peor de los traidores, interviniera en tan magno foro.

No puedo resistirme. Ante la celebración de esta gallarda conferencia, no cabe aparcar la enumeración de las estremecedoras deslealtades perpetradas por el personaje, así como es preciso dejar claro una vez más, que su presencia en ese auditorio hubiera supuesto un desgarrador ultraje hacia las víctimas.

Es inexcusable por tanto, seguir denunciando su bajeza moral, su penuria patriótica y su puerilidad intelectual, miserias todas ellas, que le han llevado a asociarse sin rubor con el siniestro fundador del Club de Perpiñán, tenebrosa sociedad de chantaje y terror que ha dirigido en la sombra los destinos de España durante los dos últimos años.

Miserias todas ellas, que le han movido a claudicar ante los criminales que perpetraron la matanza del 11 de Marzo, tras haberse beneficiado electoralmente de la comisión del holocausto.

Miserias todas ellas, que le han hecho cerrar los ojos para permitir a los sepulcros blanqueados del PCTV presentarse a las Elecciones Autonómicas Vascas y ocupar sus asientos en el Parlamento Autonómico de aquella región.

Miserias todas ellas, que le han invitado a mirar hacia otro lado para consentir que un hatajo de fulleros racistas, se encaramaran a la sede de la soberanía nacional y defendieran sonrientes, su respectivos proyectos secesionistas.

Miserias todas ellas, que le han facultado para rebajar al mínimo el prestigio de esa misma sede, al proponer y votar favorablemente una iniciativa de diálogo con los terroristas, sin que éstos hubieran previamente entregado sus armas y renunciado a su sangrienta extorsión.

Miserias todas ellas, que le han concedido la oportunidad de dar forma, con la idea de dividir y desprestigiar a las víctimas y así allanar su camino hacia la rendición, a un cargo para el que nombró a un antiguo abogado de etarras.

Miserias todas ellas, que le han concedido el dudoso honor de convertirse en el primer Presidente del Gobierno que deja de condenar atentados terroristas para no entorpecer los "puentes de diálogo" que terminarán por llevar a la sumisión del Estado frente a las bestias.

Miserias todas ellas, que le han desatado de manos para obviar la Ley de Partidos y amparar el derecho de los camorristas de Batasuna a reunirse en lugar público para graznar su resentimiento y aullar su ruindad.

Y por no alargar una lista que podría atravesar el núcleo terrestre y llegar hasta la misma Nueva Zelanda, recordar que recientemente, puso colofón provisional a tanta bajeza y falta de escrúpulos con la laminación de uno de los brazos que con más brío golpeaba a la banda criminal desde la Audiencia Nacional, facilitando con ello, el tránsito por sus pasillos de los vampiros más desalmados de la secta.

Su ausencia del Congreso de Víctimas del Terrorismo, aunque injustificable desde el punto de vista político y censurable moralmente desde cualquier óptica, dignifica la reunión, carga de razones a las víctimas y las alivia del peso de la desvergüenza y procacidad presidencial.

Lucio Decumio.

09 febrero 2006

Zeuta y Pelilla

Ceuta y Melilla, dos ciudades que gracias a la inigualable generosidad y al pulcro sentido de la justicia histórica del Presidente del Gobierno de España, pronto podrían aparecer en los Atlas universales como dos antiguos enclaves españoles que en el primer decenio del Siglo XXI, pasaron a formar parte del sur del Reino de Marruecos. Y que nadie piense que me he equivocado de punto cardinal.

La visita del Presidente del Gobierno a nuestras tierras en el Norte de África nos regaló durante la semana pasada, nuevas e impagables perlas del temple de este hombre. Cargado con esa hueca solemnidad que utiliza como revestimiento contra su pronunciado déficit retórico y oratorio, ZP manifestó que "es deber del Gobierno garantizar que todos los españoles sean iguales y tengan las mismas oportunidades".

Amor por la perogrullada, pasión por la obviedad, entusiasmo por la elementalidad. Si alguien esperaba algo más enjundioso de este personaje a caballo entre la comicidad y la tenebrosidad, es que no le conoce bien y además, aguardaba en balde.

Semejante evidencia -sólo pronunciable por alguien que nos toma por tontos y que intenta maquillar sus verdaderas intenciones afirmando lo contrario de lo que lleva a cabo- es el penúltimo ejemplo del nivel ético y político de un personaje que es directo responsable de que insignes miembros del propio Gobierno que preside, pongan en duda un día sí y otro también, la españolidad de Ceuta y Melilla y la de otras muchas regiones.

Y como no podía ser de otro modo, el mozo de espuelas de los enemigos de España, no dejó pasar la oportunidad de dejar patentes una vez más, los graves efectos de la circuncisión patriótica que padece, cuando se negó, desde su infinita cobardía y postración ante Marruecos y su reyezuelo, a defender abiertamente la incuestionable hispanidad de las dos localidades.

Aunque bien pensado, ¿podía esperarse algo más del arquitecto de los amoríos con las peores satrapías musulmanas, las más rancias dictaduras populistas y las más sanguinarias tiranías comunistas del orbe?

Lucio Decumio.

07 febrero 2006

MediEvo

Espero que Lucas Ordóñez no me denuncie por incluir esta fantástica caricatura de Evo Morales en mi "blog", aunque para mi gusto, le falta en uno de sus ángulos una imagen de Zapatero acurrucado en los brazos de Castro, de Chávez y de un par de moros armados hasta los dientes, mientras contempla a Evo con babeante arrobo.

Cumplo fielmente mi palabra y de nuevo abordo otro asunto de actualidad con ánimo compendioso y abreviado. Ciertamente, ganas no me han faltado de acercarme a esa magna obra de manipulación, odio, resentimiento e iracunda enajenación mental transitoria -que dura ya unos 1400 años- contra Occidente, a la que se han entregado con inusitado entusiasmo las hordas musulmanas desde el Magreb hasta las mismas Islas Filipinas.

Ahora que me doy cuenta, el título de mi comentario de hoy puede servir, sin haberlo premeditado, como excelente marquesina que con su doble sentido, califique tanto a la chusma vociferante de la atascada civilización islámica, como a la singular percha del jersey imposible.

Retorno al camino previamente trazado después de la penúltima de mis digresiones.

No entro hoy en el asunto de la violenta agitación musulmana, simplemente porque considero que sólo se han escrito los primeros episodios de una novela que sin duda, arrojará nuevas aventuras incendiarias en la mayoría de los países de confesión mahometana y que serán protagonizadas por imparables turbamultas azuzadas por sus tiránicos gobernantes.

Así que no profundizaré en la cuestión por el momento. Sin embargo y para concluir con este particular antes de empezar con Evo -tranquilo, buen amigo Evo, enseguida estoy contigo- sí que me gustaría añadir que también será conveniente aguardar algunos días para comprobar cómo nuestro Presidente del Gobierno, le da la vuelta de nuevo a su particular cuentakilómetros de oprobio e ignominia en todo lo que a este asunto se refiere. ¿Que no? Unos días, sólo habrán de transcurrir unos días y lo de publicar una carta cobarde y miserable junto con el Primer Ministro islamista de Turquía dejando con las posaderas al aire a los países occidentales y a uno de sus principales valores -la libertad de expresión-, quedará como una mera anécdota. Al tiempo, insisto.

Y ya estoy contigo, Evo. En el caso de que alguien aún albergara alguna duda sobre tu verdadera condición moral y política, querido cóndor de los Andes, te encargaste de despejarla con el habitual comedimiento de que hacen gala los pájaros de tu cepa hace tan sólo unas jornadas.

En respuesta a la cuestión planteada por el reportero de Univisión que te entrevistaba, acerca de tu opinión sobre Fidel Castro, tú, el nuevo oráculo indigenista de la progresía europea de salón, copa y puro, te despachaste asegurando que el tiranosaurio caribeño "es un hombre democrático que defiende la vida, que tiene sensibilidad humana, si para usted es un dictador, ése es su problema, no el mío".

Y no contento con haber aquilatado semejante diamante de hipocresía y demagogia frente al atónito periodista que te entrevistaba, abandonaste furibundo el plató cuando te percataste de que el redactor no dejaría de insistir en cuestiones que te pusieran ante tus contradicciones y tu insuperable ignorancia.

Se puede manifestar más alto pero no más claro. Socialismo de naturaleza pseudo-revolucionaria, opresión estatal sobre la sociedad, empobrecimiento económico, conculcación de los derechos fundamentales y exterminio de la disidencia, es lo que pueden esperar los habitantes del altiplano en los próximos años de tu mano de antiguo cultivador de hoja de coca.

En fin, Evo. Como no tenía suficiente Bolivia con ostentar el dudoso honor de encabezar la lista de las naciones más paupérrimas del Cono Sur americano, ahora tendrá que soportar, quién sabe durante cuántos años, a un analfabeto resentido que ha sido amamantado por las ubres ideológicas de la más abyecta y prolongada tiranía que ha conocido Latinoamérica, financiado por los petrodólares del lugarteniente venezolano del castrismo y encumbrado por el imperio “desinformativo” de Don Jesús de Polanco.

Lucio Decumio.

06 febrero 2006

Poco a poco

Eduardo Fungairiño. Ex-Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional e incansable azote durante años de terroristas etarras, esbirros batasunos y demás servidores del Lado Oscuro. Hasta que llegó el Imperio.

Como en tantas otras ocasiones, corro jadeante asido a la mano del frenético dinamismo de la actualidad y aunque me veo abocado a un nuevo y penúltimo ejercicio de concisión que me permita abordar la miríada de asuntos que ocupan mi atención, hoy tengo intención de cambiar ligeramente la dinámica.

En lugar de entrar en el análisis de cinco o seis temas diferentes, decisión que derivaría, como otras veces ha sucedido, en una interminable y anodina cascada de párrafos, esta semana voy a intentar colgar un comentario cada día, que tratará de ser lo más breve y directo posible. Como ya es costumbre, estas intervenciones estarán relacionadas con los últimos acontecimientos políticos o deportivos, ya estén aquéllos inscritos en el ámbito nacional o en el internacional.

Asimismo y como también es hábito de este comentarista ciberespacial, las columnas estarán enfocadas hacia el noble empeño de amartillar y denunciar a gobernantes melifluos, credos volcánicos, indígenas analfabetos, operaciones empresariales sospechosas, mafiosas decapitaciones en el ámbito del derecho o cualquier otro acontecimiento que el oleaje de la actualidad, vaya arrastrando hacia las orillas de la opinión y el conocimiento público.

Empiezo con Eduardo Fungairiño.

Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional que hasta hace sólo unos días, provocaba inmediatos efectos laxantes sobre todo bicho viviente que tuviera relación alguna con las cloacas del inframundo batasuno y etarra.

Su rigor procesal y su valentía personal a la hora de enfrentarse a los criminales de ETA y a su excreción política, sólo es comparable a su independencia y rectitud moral frente a las presiones que hubo de soportar durante meses, provenientes de su máximo responsable jerárquico, para que virara el rumbo en su trato hacia las alimañas.

Como no lo hizo y no se plegó a los empujones políticos propinados por Conde Pumpido, que buscaban allanar el camino para una posible tregua de los asesinos, el Fiscal General hubo de ponerle entre la espada y la pared, entre la dimisión voluntaria o el cese inmediato. Vamos, que sólo le faltó al servil lacayo moclovita, colocar a Fungairiño al borde de una piscina y amenazarle con arrojarle al agua si no abandonaba el cargo de modo inmediato.

Que la prensa libre haya puesto el grito en el cielo y que la Oposición y las asociaciones de fiscales hayan exigido la inmedita dimisión del Fiscal General del Estado por una defenestración tan torpe y zafia como sectaria y rencorosa, sólo servirá para constatar una vez más que si el carnet del partido está firmemente atrapado entre tus mandíbulas, tienes patente de corso para manipular, mentir y abusar de tu posición, sin que de estas actitudes puedan derivarse consecuencias o responsabilidades de cualquier índole para quien las lleva a cabo. Socialismo en estado puro.

Lucio Decumio.