16 febrero 2008

Selección Española de Fútbol

Foto oficial de la Selección Española de Fútbol, antes de dar comienzo el Mundial 2006 de Alemania.

Luis Aragonés debería haber dimitido como seleccionador nacional el 27 de Junio de 2006, a las 22.00h, justo después de la eliminación del equipo español en el Mundial de Alemania, a manos -mejor dicho, pies- de Francia.

Lo demás ha sido puro teatro, puro artificio y sobre todo, falta de valentía y falta de compromiso con la palabra dada. Aragonés se comprometió a abandonar la selección en el caso de que el equipo no llegara a semifinales del torneo celebrado en tierras germanas y los nuestros cayeron en octavos, dos rondas antes, con absoluta claridad y sin intervenciones divinas o arbitrales a las que culpar.

Adicionalmente, la cobardía del Ángel Villar y la falta de liquidez de la Federación Española de Fútbol, han hecho el resto. Luis conocía ambos detalles y en virtud de ello, se ha agarrado al cargo como gato a rama, incluso a riesgo de dejarnos fuera de la próxima Eurocopa. Sólo por la primera razón esgrimida, por haber faltado a la promesa realizada antes del Mundial, Luis debería estar fuera de la selección hace tiempo.

Pero es que además, debería estarlo por el enconado enfrentamiento personal y unidireccional que mantiene con jugadores como Raúl o Guti, actualmente los mejores en su puesto en España y a los que no convoca por inexplicadas razones. No es de recibo que la persona encargada de poner la camiseta nacional a los mejores futbolistas, mantenga un comportamiento tan infantil y absurdo, sin que haya mediado, que se sepa, discusión con ambos o provocación de éstos.

Y aun en el caso de que no se hubiera producido esta situación, que envenena el ambiente de cada convocatoria, Aragonés debería haber abandonado o cesado en el cargo, por el duro conflicto que le enfrenta a los periodistas que le reprochan sus decisiones, incluida cómo no, la ausencia de los dos jugadores del Real Madrid. Los malos modos demostrados en cada comparecencia ante los medios, la pésima educación de que hace gala y por último y esto ya es una perspectiva subjetiva del caso, su deteriorada, ridícula y esperpéntica imagen personal, que ha dado lugar a su caricaturización permanente, son razones más que suficientes para que el veterano técnico, ya no ocupara el puesto.

Sinceramente, alguien con tanto lastre, con todos esos sacos de arena a sus espaldas, no puede, desde el sentido común, ser seleccionador nacional. Esperemos que antes de la Eurocopa, la cuerda se rompa y Vicente Del Bosque o Víctor Fernández, se hagan cargo de la nave. Yo creo que al final, algo sucederá y veremos a alguno de estos dos entrenadores, a los mandos del equipo en Austria y Suiza.

Lucio Decumio.

15 febrero 2008

Que nadie olvide

Lo prometí en su momento y cumplo mi compromiso a rajatabla. No más fotos de traidores en este blog. Y como en otras ocasiones y aunque no tenga absolutamente nada que ver con el contenido, recurro a una imagen de la, en mi opinión, más bella actriz del orbe, como motivo apoyo gráfico para este comentario: God save Natascha Hentsridge!

Que no pase de largo la infamia. Que nadie olvide la penúltima impostura del farsante. Que no quede impune la mendacidad y la bajeza de estos dos siniestros personajes. Que paguen por ello. Que Iñaki quede retratado de por vida como lo que es: un acólito del poder político socialista y un sicario mediático de sus amos. Que Zetazejazetapé, jamás recupere las diminutas gotas de credibilidad y decencia que podían quedarle, antes de su conversación fuera de micrófono con su periodista de cámara.

Que se hayan abierto los últimos ojos que permanecieran cerrados y que contemplen la catadura moral, intelectual y ética de este personaje oscuro y retorcido. Que por fin, aquellos que no pudieron o no quisieron ver los engaños, las manipulaciones y las mentiras, despierten del sueño en el que vivían y den la espalda a la mezquindad y a la mediocridad que son divisa y estandarte de este presidente.

Otros lo intuíamos al principio de la legislatura y al poco, vimos refrendadas nuestras sospechas, cuando fuimos testigos de sus actos y declaraciones. Palabras y decisiones que siempre buscaron generar artificialmente, un clima de tensión y drama en la sociedad española, con el objetivo de polarizarla y de activar los miedos de unos y otros hasta enfrentarlos abiertamente, en busca de un beneficio electoral que redundara en la perpetuación de la especie socialista en el poder.

En otras ocasiones, he podido sospechar de la naturaleza improvisada de las palabras capturadas al margen de la oficialidad de los micrófonos, a políticos de una u otra condición. Pero no esta vez. En este episodio, nada puede ni tiene que ganar Zapatero con la emisión por los cuatro rincones del país -y espero que del globo terráqueo-, de su conversación con Gabilondo, una vez concluida la entrevista de terciopelo, sobremesa, café, copa y puro, que mantuvo con su alter ego informativo en embustes y mentiras.

Dos concluyentes ventajas pueden extraer el PP y el resto de partidos decentes del arco político con aspiraciones a entrar en el Parlamento -léase UPyD y Ciutadans-. La primera de ellas, el crudo retrato realista -ni Antonio López fotocopiando la Gran Vía con sus pinceles, había alcanzado tales metas- que de los dos sujetos, pero especialmente de Zapatero, arroja la ya celebérrima conversación. Y segundo, quedan 23 días para las Elecciones Generales y el PSOE, aparte de dramatizar y "tensionar" sin que se le note demasiado, tendrá que emplear buena parte de su tiempo y de sus fuerzas en intentar minimizar los efectos de la propia incompetencia y de la falta de reflejos de su propio líder.

Metafóricamente, Zapatero se ha pegado un tiro en el pie delante de todo el mundo, cuando su intención era seguir acusando al Partido Popular de haberle disparado, sin que éste hubiera apretado el gatillo, ni hubiera tenido jamás la pretensión de hacerlo. La agresiva campaña que ya había puesto en marcha el PSOE, ha quedado definitivamente desenmascarada y estimo que no les queda demasiado tiempo para reaccionar, aunque de éstos, puede esperarse siempre cualquier cosa y siempre, peor que la anterior.

Y para que quede constancia, ahí van las palabras con las que nos deleitaron estos dos catedráticos del odio y la mentira.

-Zapatero: Bueno, muy bien, yo estoy muy a gusto...
-Gabilondo: ¿Qué pintas tenéis? ¿qué sondeos tenéis?
-Zapatero: ¡¡Bieeeen!! Nada... Bien...
-Gabilondo: Bien. Sin problemas, ¿no?
-Zapatero: Lo que pasa es que yo creo que nos conviene que haya tensión...
-Gabilondo: A mí me parece que os conviene muchísimo...
-Zapatero: Yo voy a empezar, a partir de este fin de semana, a dramatizar un poco.
-Gabilondo: Ya.
-Zapatero: ...pero nos conviene mucho... Si no, la gente... bueno...

Nota final: Evidentemente, a estas alturas, conozco a la perfección, cuál sería la respuesta, pero me gustaría saber exactamente en qué términos se expresaría Zetazejazetapé, si se le cuestionara acerca de la posibilidad de que, al igual que Mariano Rajoy se ha sometido recientemente a sendas entrevistas con dos de los comunicadores más representativos de la izquierda, como Gabilondo y Buenafuente, él pudiera enfrentarse dialécticamente a, pongamos por ejemplo, Federico Jiménez Losantos y César Vidal. Y sin las preguntas preparadas, como suele ser del gusto de esta clase de individuos, tipo Manolo Chaves.

¿Qué excusas sintácticamente aberrantes y conceptualmente descabelladas, balbucearía esta plaga divina que nos ha caído en desgracia?

Lucio Decumio.

14 febrero 2008

New Flame versus Prestige

Nótese la diferencia de tamaño entre el New Flame, encallado y hundido frente a las costas gibraltareñas y el guardacostas o remolcador -que no sé muy bien qué puede ser- que se sitúa a babor del carguero. Si el combustible y las 37.000 toneladas de chatarra que albergan sus bodegas, no son un peligro ecológico, que venga Dios y lo vea.

En pocos casos, veremos tan nítidamente la diferencia entre las dos varas de medir que se emplean en España para tratar dos catástrofes ecológicas de similar calado -nunca mejor dicho-, dependiendo del color político del Gobierno que tenga que afrontarlas.

Noviembre de 2002: Un superpetrolero de frágiles bodegas cual cristal de bohemia, encalla en las costas gallegas y al cabo de dos días, se hunde y vierte al mar miles de toneladas de fuel. La actuación, en un principio algo dubitativa del gobierno regional gallego y del nacional, ambos del PP, es aprovechada por la izquierda social, política y mediática, para montar una campaña extraordinariamente virulenta contra ambos, por supuesta negligencia, incompetencia y falta de previsión.

Las efectivas labores de limpieza puestas en marcha de modo inmediato, que se prorrogarán durante los siguientes meses, logran reparar en un tiempo récord los daños causados al ecosistema y a las costas. Asimismo, las millonarias subvenciones que se entregan a los afectados, compensan sobradamente los pérdidas económicas causadas por el gravísimo vertido.

Sin embargo, la diligencia y eficacia mostrada por los gobiernos gallego y nacional en las tareas de limpieza y en la ayuda a los afectados, poco importa a los alborotadores, que han visto en el suceso, un filón que no dudarán en seguir explotando contra su rival político -ahora fuera de ambos gobiernos- , incluso pasados más de cinco años de la catástrofe.

Agosto de 2007: Un buque de bandera panameña, el New Flame, que transporta miles de toneladas de chatarra -vaya usted a saber qué tipo de chatarra- vara en las costas de Gibraltar. Las autoridades de la colonia se desentienden del buque y las andaluzas y españolas, ambas en manos del PSOE, se cruzan de brazos ante un más que posible vertido de combustible y residuos a las mismas puertas de la bahía de Algeciras.

Febrero de 2008: Tras seis meses encallado frente a las costas gibraltareñas y sin que nadie le preste atención, el buque acaba por hundirse. La nula presencia del naufragio en los medios, fruto de la connivencia de los gobiernos andaluz y nacional con la mayoría de grupos informativos, ha permitido que seis meses de desidia o incapacidad política, que nunca lo sabremos, hayan desembocado en una nueva catástrofe ecológica frente a nuestras playas. Durante ese tiempo, 180 días, nadie se ha preocupado de extraer su contenido ni de evitar la más que posible marea negra. Tarde y mal, los ejecutivos de Chaves y Zapatero parecen preparar algo parecido a una demanda contra el Reino Unido, con el fin de lavarse la cara ante las inminentes elecciones regionales y nacionales.

No surgen espontáneamente, grupos de presión ciudadana, ni congestionadas y vociferantes manifestaciones contra unos gobernantes que esta vez sí, han tenido tiempo más que suficiente para tomar medidas al respecto. Por su parte, las televisiones afines a ambos gobiernos, tampoco realizan especiales informativos desde la costa gaditana y pasan de puntillas sobre los acontecimientos. Todo es opacidad, falta de información y confusión en torno a los hechos.

-Dos días para reaccionar en el caso del Prestige. 180 para tomar alguna determinación respecto al New Flame.

-Recuperación de la costa y de las labores de pesca en pocos meses en el caso gallego. Indeterminación, indecisión y falta de reflejos políticos en cuanto al carguero panameño.

-Inmediata entrega de compensaciones económicas a los danmificados en 2002. Parálisis absoluta de la Junta de Andalucía y del Gobierno Nacional en 2008.

-Agresiva e inmerecida campaña de desgaste informativo contra Aznar y Fraga entonces. Disimulo y silbidos al aire de los medios frente a la indolencia de Zapatero y Chaves ahora. No hay derecho.

Lo peor es que, a la vista del oscurantismo estalinista que aplican a cualquier problema que les estalla en las manos por su propia negligencia, esa misma izquierda política, social e informativa tan beligerante hace cinco años, jamás nos permitirá saber con exactitud el alcance de la catástrofe.

Última anotación. Decía al principio que pocos casos hay en los que quede más claro y más nítido, el sistema de doble vara de medir que se emplea a todos los niveles -informativo, social o político-, para mensurar la trascendencia de unos hechos trágicos o luctuosos, en función de quién ostente la responsabilidad de gobierno en un momento determinado. Pues bien, ahí va otra: los casos del más que posible derribo por parte de la guerrilla talibán de un helicóptero Cougar del Ejército de Tierra en Afganistán, aparato en el que murieron 17 soldados españoles o el caso del atentado en Líbano a nuestros blindados, que costó la vida a otros seis, pasaron por nuestros medios como dos fugaces estrellas informativas.

Ya se preocuparon Bono y Alonso, cada uno en su momento, de evitar que cualquier dato comprometido sobre estos ataques, saliera a la luz. E incluso cuando se descubrió que nuestros vehículos no llevaban inhibidores de frecuencia -¿cuántos podrían comprarse con los 250.000 euros que se ha gastado Bermejo en reformar un ático propiedad del Estado en pleno centro de Madrid?-, para evitar las detonaciones de artefactos a distancia, nada sucedió. Las peticiones de depuración de responsabilidades, realizadas por el Partido Popular, se desvanecieron en el aire, como tantas otras.

Mientras, el caso del accidente del Yak-42, en el que perdieron la vida 60 de nuestros soldados, aún sigue siendo utilizado por el Partido Socialista como arma arrojadiza contra el Partido Popular, cuando ya han pasado cinco años desde la tragedia.

Lucio Decumio.

13 febrero 2008

Todas las personas decentes somos María San Gil

La imagen de hoy, para una de las personas más valientes, decididas y francas de toda la escena política nacional. María San Gil es una persona que desde su llegada a la política, vive envuelta en la bandera de la libertad, la decencia y la honestidad, todo ello en un entorno como el País Vasco, donde estos estandartes son para sus portadores, sinónimo de sufrimiento, dolor y persecución política y personal. Por su estatura ética e intelectual, su claridad de ideas y la rotundidad y la contundencia a la hora de transmitirlas, María es objetivo preferente de los aliados independentistas y antisistema de Zapatero, amistades que el presidente ha cuidado y alimentado con esmero en varios rincones de España, con el fin de convertirlos en arma arrojadiza que amedrente y resquebraje, al único partido que puede expulsarle de la Moncloa con la verdad y los votos por delante.

La agresión sufrida por la valiente presidenta del Partido Popular del País Vasco a manos de medio centenar de radicales independentistas gallegos, cuando entraba en la Universidad de Santiago de Compostela para pronunciar una conferencia a los alumnos del centro, no debe sorprender a nadie.

Y digo bien, porque esto, que muchos hemos venido denunciando desde hace años, no es si no el fruto del concienzudo trabajo de siembra de odio y rencor promovido por los nacionalistas en aquella región y apoyado desde hace algún tiempo, sin rubor y sin queja, por el Partido Socialista de Galicia. E incluso iría más allá. Este tipo de agresiones a dirigentes del PP, de Ciutadans o de UPyD, irán ganando en frecuencia, en virulencia y en amplitud geográfica, a medida que avancen los días y se acerque el 9-M. Veremos cómo se intentan sabotear actos de dirigentes populares, de C's o de la formación fundada por Rosa Díez, en distintos puntos de España y posiblemente podamos contemplar, Dios quiera que me equivoque, la sangre de alguno de ellos manando de sus frentes o de sus sienes.

A esto hemos llegado, gracias como decía previamente, al odio diferencial y esencialista desatado por las castas políticas nacionalistas que habitan en las regiones periféricas y que sólo persiguen el objetivo de mantener sus prebendas y pesebres. También es responsable de esta gravísima anomalía política, porqué no decirlo, la permanente caza de brujas a la que se ha visto sometido el único partido de la oposición, desde el Gobierno de la Nación. En el momento de llegar a la Moncloa, Zapatero sabía que su permanencia más allá de una legislatura en aquel inmueble, dependía, no tanto de su capacidad para gestioniar con esmero y sentido común los asuntos públicos, sino de que el Partido Popular redujera considerablemente sus opciones de presentarse como un bloque unido en subsiguientes convocatorias electorales.

Y a eso ha encomendado buena parte -si no la mayor- de sus energías, durante estos cuatro años. La permanente campaña de demonización del Partido Popular, de los medios de comunicación y de los representantes de la sociedad civil afines a la formación de Rajoy, ha terminado viéndose reflejada en estos actos vandálicos, una preocupante reedición -aún a menor escala, afortunadamente- de la persecución judía en la Alemania nazi.

Lo peor es que el PSOE sabe que el resultado natural de esa política de continua y agresiva deslegitimación y deshumanización del PP, son este tipo de ataques que no sólo no condena, sino que muchas veces, justifica y emplea en su provecho. Lo queramos o no, el miedo a la agresión y a la pérdida de la hacienda o la vida, puede disuadir a muchas personas de entrar en política o defender públicamente determinado tipo de ideas, retirada que hace ganar espacio político y representativo a los acosadores, a los agresores y en mayor medida, a sus valedores.

Las incendiarias declaraciones proferidas durante toda la legislatura por Pepiño, Rubalcaba, Zeta, Zeja o ZP -llámesele como quiera que- y de sus parientes políticos, como Llamazares, Carod y otros de su extirpe, enervan los ánimos de los menos preparados, que terminan contemplando a los dirigentes y simpatizantes del PP, a través de un filtro ideológico que les retira su condición humana y los convierte en algo parecido a animales, a los que se puede agredir sin temor a sufrir futuros remordimientos morales o castigos penales. A este respecto, nos esperan tiempos oscuros y difíciles.

¿Incomprensible? No tanto. Estos individuos, socialistas, nacionalistas o independentistas, han entrado en política con las obras completas de Karl Marx y Sabino Arana bajo el brazo, en las que sin asomo de rubor, se defiende y justifica la violencia como arma política para hacerse con el poder o la inferioridad racial de unos españoles respecto a otros.

P.D. Por su lado y a pesar de la durísima y creciente presión política y social que padece, el PP empieza a sacudirse sus miedos y sus complejos. Tras la defenestración de Piqué y Gallardón, reconocidos quintacolumnistas del PSOE en el sistema nervioso de Génova 13 y la entronación de Pizarro como lugarteniente de Rajoy, el partido, con el gallego al timón, ha tomado la iniciativa política y está llenando la precampaña de propuestas cargadas de sensatez y coherencia.

La rebaja de impuestos, el contrato de integración para inmigrantes, la eliminación del canon digital, la reducción de la edad penal para determinados delitos de extrema gravedad que provocan gran alarma social o el compromiso para garantizar la enseñanza en español en cualquier rincón de la Nación, son propuestas que sinceramente, creo que llegan al electorado y le transmiten el mensaje de que en la política nacional, hay alguien que parece que se toma en serio sus principales problemas y no sólo se ocupa de mantenerse en el cargo a costa de la salud económica, democrática y territorial de España.

Lucio Decumio.