Evidentemente, no voy a mancillar esta página con las fotos de dos tipos que se escudan respectivamente en el color de su piel y en su condición sexual, para extorsionar moralmente a toda la sociedad y salir indemnes de sus propios excesos verbales o actitudinales. En su lugar, me permito colgar una imagen de la criatura más bella del Universo, la modelo y actriz Natasha Henstridge. Otra candidata era Charlize Theron, pero ha quedado relegada al segundo puesto en una reñida votación.
Samuel Eto'o: 1/ Atlético futbolista camerunés de color -en el siglo XX, negro- que rezuma rencor por sus cuatro costados al no haber podido jugar y triunfar en el primer equipo del Real Madrid.
2/ Destacado arrojador de gargajos a los rostros de los rivales que tratan de impedir que progrese con el balón controlado hacia el área defendida por estos últimos.
3/ Dejando de lado por unos momentos, como por arte de magia, su inveterado analfabetismo, gusta de concentrarse en sus ratos libres y de esparcimiento, en la delicada elaboración de elevados y sugerentes pareados que hacen las delicias del exigente paladar lírico de los aficionados de su club.
4/ En determinadas circunstancias, jugador de espíritu cobarde, chantajista y teatral, que encuentra perfectamente justificable el abandono del terreno de juego si los aficionados que apoyan al conjunto adversario no dejan de importunarle.
Pedro Zerolo: 1/ Antiguo y fornido heterosexual. Sujeto plenamente convencido de su condición hasta que su adicción por la gomina y los aceites para el cabello, terminaron empujándole hacia el siniestro callejón de la venta de su propia carne a individuos de retorcidos gustos amatorios.
2/ Desde su obligado cambio de orientación sexual, infatigable luchador por el reconocimiento de los derechos de tantos y tantos que hubieron de pasar por su mismo calvario y que se vieron forzados a ingerir carne a espuertas, cuando lo que ellos de verdad apreciaban, era el marisco.
3/ Insobornable azote del catolicismo, doctrina a la que con razón culpa de no haber puesto los medios necesarios para evitar su caída a los abismos y de haberse equivocado de medio a medio al considerar que su homosexualidad era simplemente la libre y consciente elección de un hombre libre, en un país libre.
4/ Ardiente paladín y fiel trovador de las bondades de determinadas confesiones religiosas que en numerosos puntos del planeta, tratan de reconducir la desviación sexual de miles de hombres mediante avanzadas técnicas de reeducación sexual, como son los latigazos, el encarcelamiento de por vida en cloacas a las que llaman prisiones, la horca o el tiro en la nuca. Todo ello con el fin de evitar que varones necesitados como en un tiempo pudo ser él, se vean abocados a usar de ciertas prácticas sexuales de espantosa crudeza.
Lucio Decumio.
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