09 mayo 2006

Son geniales

La verdad es que hay gente para todo. Incluso los hay que invierten en sociedades financieras cuyo principal valor de revalorización, son los sellos. Y también hay gente que emplea a estas empresas como corderos pascuales a los que poder sacrificar ante la opinión pública, para ocultar sus propias vergüenzas en asuntos de muchísima mayor trascendencia. En fin, PSOE en estado puro.

No me lo podéis negar. Ayer decía que el Gobierno de ZP, encabezado por Rubalcaba, tardaría más bien poco en poner en marcha alguna operación de despiste para que la atención informativa se focalizara -tras la publicación de la sentencia sobre el Caso Bono- en puntos menos comprometidos para la integridad política de los miembros del Ejecutivo. Y si la nueva exclusiva implicaba a miembros del Partido Popular, aunque éstos fueran primos de la tía de las sobrinas políticas del cuñado de Zaplana, mejor que mejor.

Y la realidad, es que no han tardado nada. De hecho, apostaría diez años de mi vida a que Rubalcaba ya tenía preparada desde hace tiempo la tapadera de la presunta estafa de Afinsa y Fórum Filatélico, para ponerla encima de la sentencia del Caso Bono y evitar así, que la atención de los medios se concitara durante demasiadas jornadas en un escándalo que sí que es realmente mayúsculo e infame. Y casi me dejaría cortar un dedo si finalmente, el inquietante nuevo Ministro del Interior, no saca de la chistera alguna mochila de Vallecas, alguna cinta coránica o alguna furgoneta Kangoo, que conecte este repentino fogonazo financiero, con algún dirigente del principal partido de la oposición.

En su perfidia y en su malicia, son realmente geniales, únicos, irrepetibles. Si emplearan todas las energías que utilizan para urdir oscuras tramas, tapar siniestros agujeros y sortear alegremente las leyes que les estorban, en aplicar un mínimo de sentido común y de Estado a sus políticas tanto internas como externas, otro gallo nos cantaría, seguro. Pero son así y así seguirán.

Y un par de puntualizaciones más para terminar. En un primer término, Afinsa y Fórum Filatélico ya han declarado, por activa y por pasiva, que sus cuentas están en regla y que los inversores nada tienen que temer. Por lo que a mí respecta, cuando miro a un lado y a otro y me veo en la disyuntiva de creer la versión de Rubalcaba o la de las empresas, el histórico de este individuo me obliga a inclinarme por las tesis defendidas por las últimas.

Ciertamente, las dos sociedades bien pudieran haber cometido alguna irregularidad, pero estoy convencido de que a la vista de quiénes les han denunciado, cómo y en qué momento, la falta terminará revelándose tan menor, que pronto los detenidos estarán en su casa, el asunto caerá en el olvido y las aguas volverán a su cauce.

Y en segundo lugar, si este escándalo -si así podemos llamarle- no remite en cuanto a intensidad informativa durante los próximos días, insisto en mi tesis de que será porque Moraleda, Rubalcaba y ZP, habrán encontrado algún modo de endilgárselo al PP. Se admiten apuestas. Seguro que gano.

Lucio Decumio.

08 mayo 2006

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...

Constantino Méndez, a estas horas, ex Delegado del Gobierno de ZP en Madrid, en el momento de hacer pública su dimisión tras la sentencia del caso de los militantes del Partido Popular detenidos ilegalmente en Enero de 2005. Falta la dimisión de José Antonio Alonso, el tipejo que entonces exigió desde la congestión y el paroxismo, detenciones de militantes del principal partido de la oposición y las públicas disculpas de José Bono por sus reiteradas falsedades.

Bien, bien, bien. Son esos pequeños triunfos que a veces nos ofrecen los periodistas empeñados en destapar los trapos sucios del poder y los que también nos otorgan algunos miembros decentes de la carrera judicial, los que nos hacen seguir creyendo, al menos a gente como yo, en que la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, en torno a los salvajes y siniestros atentados del 11 de Marzo, terminará viendo algún día, no demasiado lejano, la luz.

Para quienes hemos denunciado constantemente los manejos del Partido Socialista y de sus nauseabundos socios encaminados a erosionar, minar y cuartear a la oposición política personificada en el Partido Popular, esta sentencia significa una victoria moral de primer orden, que desenmascara sin paliativos, la maniobra manipuladora puesta en marcha por el Gobierno, allá por Enero de 2005, ofreciendo -a quien lo quiera ver, desde luego- un nítido reflejo de la catadura de Zapatero y sus adláteres.

Asimismo, este soplo de aire fresco que nos llega desde las campiñas del Poder Judicial, redobla, como decía previamente, mi confianza en que más temprano que tarde, las gentes empeñadas en escalar la cordillera de mentiras, manipulaciones y aviesas conjuras que surgieron en nuestro paisaje tras el seísmo terrorista del 11 de Marzo, lograrán su objetivo.

Sin embargo, uno nunca está seguro cuando se la está jugando con socialistas, comunistas o nacionalistas. Cuando estas gentes, acostumbradas al matonismo tabernario y a la pendencia callejera, reciben un correctivo de estas características por parte de un sistema judicial al que no se creen sujetos, hay que estar preparado para cualquier reacción y nunca buena. Pese a mi alborozo por la sentencia y por lo que significa, insisto en que habrá que estar preparado para el contraataque que a estas mismas horas, que a nadie le quepa duda, ya debe estar preparando esa caldera de intoxicación y mendacidad que es Rubalcaba.

Y es que estas furibundas gentes de la izquierda, entienden la vida política de un modo muy particular. Mucho cuidado, pues, habrán de tener dirigentes y afiliados del Partido Popular, pues tradicionalmente, el Partido Socialista ha buscado enmascarar sus peores imposturas, con actuaciones aún más dañinas para la libertad y la democracia.

Si no salieron triunfantes a la hora de intentar mancillar el perfil democrático del partido dirigido por Rajoy, a través de la burda patraña urdida en torno a José Bono, estemos preparados para cuando den con la tecla que les permita poner en marcha una nueva tramoya de volúmenes aún más notables. Zaplana, Acebes, Rajoy y Aguirre, serán sin duda, los portaaviones sobre los que lanzarán a sus kamikazes.

Y a lo que iba. Éste ha sido el primer golpe y bastante importante, por otra parte. Tras la durísima sentencia condenatoria contra los tres policías que por órdenes de la autoridad política, detuvieron ilegalmente, manipularon documentos, falsificaron testimonios y coaccionaron a los detenidos, muchos de los agentes que hayan participado en tareas similares durante los dos años que ha durado la instrucción de los atentados del 11 de Marzo, se habrán echado a temblar y se habrán dado cuenta de que aquí, quien paga no es el que ordena, sino el que ejecuta la orden.

Estos tres agentes, son los nuevos Amedo y Domínguez -alguien como Carmen Calvo, seguro que sólo contabiliza uno, como Ortega y Gasset o Ramón y Cajal- y Constantino Méndez, el nuevo Sancristóbal. Unos simples brazos ejecutores de las políticas antidemocráticas y anticonstitucioneales del Partido Socialista, una organización político que a cada día que pasa, da más y más muestras de su genética incapacidad para afrontar las tareas de gobierno desde ópticas como la decencia, la honradez, el juego limpio y el respeto por la verdad, la justicia y la libertad.

Lucio Decumio.