BS, Bobo Solemne, a punto de llegar al Congreso de los Diputados con su característico caminar errático, inestable y ridículo, que bien podría interpretarse como alegoría de su trayectoria como gobernante y de la senda en la que nos ha puesto a todos con su inconsciencia, su entreguismo y su rencor.
Hace poco, posiblemente ayer, el flamante Secretario de Estado de Comunicación, el grisáceo y anodino Fernando Moraleda, realizaba un eufórico análisis sobre la realidad actual de España y también acerca de los logros y las metas alcanzadas por el Gobierno de BS. Sin ir más lejos, éste último se ha explayado hoy a su gusto en una comida con militantes socialistas de Sanlúcar. Como estaba en territorio amigo y nadie estaba por la labor de discutirle un ápice en tan entrañables fechas, BS ha afirmado sin ningún empacho que la gestión de su gobierno es impecable y que la situación de España es inmejorable en todos los aspectos.
Para los que estamos acostumbrados a su palabrería hueca, a su litosférico perfil académico e intelectual y a su apego por la propaganda y la mentira altisonante, no nos extraña la huida hacia adelante de este farsante con ínfulas de glorioso estadista. De hecho, lo contrario habría sido lo extraño, pues BS sólo es el fiel reflejo de la clase política que está bajo su mando y que demuestra día a día, que la mentira, el engaño, la trola y el embuste forman dos parejas de cromosomas adicionales que vienen instalados de serie en el código genético de todos ellos. Y de cuya perniciosa influencia y eso es lo peor, no quieren o no pueden escapar.
Yo veo la realidad de otro modo. Y conmigo, creo que muchos miles, seguramente millones de españoles.
Yo veo un barrio barcelonés derruido por la incompetencia y la avaricia de unos gobernantes de cartón-piedra y a muchos de sus vecinos, aún alojados en hoteles o en viviendas de familiares a la espera de que una Generalitat a la que sólo le importan las poltronas de sus líderes, afronte sus responsabilidades y se ocupe de indemnizarles y realojarles convenientemente.
Yo veo un incendio de proporciones bíblicas que arrasó media Guadalajara y que se llevó por delante la vida de 11 operarios que trataban de sofocarlo. Veo indolencia, soberbia y falta de escrúpulos en los gobernantes autonómicos y en los nacionales, que tratan de enterrar informativamente aquella tragedia y evitar con ello, que sus irresponsabilidades salgan a la luz.
Yo veo un helicóptero cargado de militares españoles reventándose contra el ardiente desierto afgano y a unos líderes políticos que se empeñan en soterrar una realidad espantosa con otro manto de ocultación y desinformación. Esta vez, no interesa llevar a los familiares al Congreso para que increpen al ministro responsable del área. Tampoco interesa que se revele la verdadera naturaleza de la misión de nuestras tropas en un territorio tan hostil.
Yo veo un consejo audiovisual creado por la voluntad totalitaria de unos políticos catalanes que no aceptan -lógico por otra parte, si tenemos en cuenta sus manejos- la existencia de medios informativos que se niegan a pacer en las idílicas praderas de exclusión ideológica y de corrupción política que abundan en aquellas latitudes.
Yo veo que la idea ha calado hondo entre la clase política dirigente y que el gobierno de la Nación ya prepara la clonación terapéutica de ese mismo consejo inquisitorial para trasladarlo al resto del país y ejercer así un férreo -pero muy progresista control- de los medios y de los informadores que se empeñan en intoxicar a la población con noticias que ponen en entredicho la placidez del oasis en que vivimos.
Yo veo a uno de los buques insignia de nuestra Armada flanqueando, escoltando y protegiendo a uno de los portaaviones más modernos de la flota norteamericana, mientras que desde sus pistas despegan infinidad de cazabombarderos cuyo principal entretenimiento consiste en arrojar toneladas de bombas sobre un puñado de heroicos insurgentes que luchan por liberar a su país del yugo opresor norteamericano y de su trasnochada, burguesa y decadente democracia.
Yo veo una reunión oscura y subterránea entre el Presidente de la Comisión Europea y BS, al término de la cual, Bruselas decide mirar hacia otro lado en todo lo que se refiere a los trámites que se llevan a cabo en España para que triunfe la OPA de Gas Natural sobre Endesa.
Yo veo a una Caja de Ahorros catalana realizando una generosísima condonación general de deudas al PSC y a ERC con el fin de -soy muy mal pensado, lo sé- obtener el respaldo político de ambos para que Gas Natural, empresa de la que es principal accionista la citada Caja, pueda engullir sin mayores obstáculos a Endesa y convertirse, de facto, en el amo y señor de gran parte de la energía que se consume en España.
Yo veo a tres consejeros de la Comisión Nacional de Energía -casualmente adscritos al PSOE y a ERC- adulterando y amputando el informe de los técnicos acerca de la mencionada OPA. Veo desaparecer párrafos enteros que alertan sobre el peligro de semejante concentración energética y veo que no habrá barrera en la que se detengan todos los interesados hasta alcanzar el objetivo que se han planteado.
Yo veo detenciones ilegales de militantes de un partido político que representa a la mitad de los españoles, sólo por el hecho de encontrarse justo al lado de un ministro que dijo haber sido agredido tras alterar, conscientemente, una pacífica manifestación de ciudadanos indignados con el trato recibido por la AVT por parte del Gobierno y sus comisarios políticos.
Yo veo a un Alto Comisionado nombrado a dedo por el Presidente del Gobierno y cuya única función ha consistido en ser la espada con la que ese mismo Presidente ha tratado de dividir y enfrentar a las víctimas del terrorismo y allanarse el camino para negociar abiertamente y sin la oposición unificada de aquéllas, con los asesinos que truncaron sus vidas y las de sus seres queridos.
Yo veo que en virtud de no se sabe muy bien qué oscuras facturas, nuestro amada Nación deja de percibir el 90% de los fondos europeos que recibía hasta la fecha del presupuesto comunitario y se convierte de la noche a la mañana, en una generosa entidad de crédito que sufragará durante los próximos siete años, la mayor parte de los costes de la reciente ampliación de la unión continental.
Yo veo que Ceuta y Melilla han sido abandonadas a su suerte por un Gobierno y un presidente que están obligados a pagar importantes deudas al inquietante vecino magrebí. En razón de ello, miran hacia otra parte mientras las reclamaciones marroquíes sobre las dos plazas suben de volumen y el monarca sarasa facilita el tránsito por su territorio de hordas de subsaharianos desarrapados que luego asaltarán masivamente las vallas fronterizas de ambas ciudades.
Yo veo que la Comisión de Investigación parlamentaria que intentó arrojar luz sobre la mayor masacre terrorista padecida por España, echó -curiosamente a instancias de todos los partidos beneficiados políticamente por la matanza- un bochornoso cierre a sus trabajos, en medio de un creciente número de dudas y de revelaciones periodísticas que no sólo han hecho tambalearse, sino que han desmontado definitivamente, la burda versión oficial acerca de la autoría del holocausto.
Yo veo a un Partido Socialista de Euskadi muy interesado en llevarse a las mil maravillas con los amigos de los asesinos de no pocos de sus militantes y dirigentes y con los asesinos mismos. Veo que con su apoyo a los presupuestos del traidor Ibarreche, premian a los malos con jugosas subvenciones y castigan a las víctimas haciéndoles pagar buena parte de esas minutas.
Yo veo a un Presidente del Gobierno que no deja de tender la mano a los asesinos y de mordérsela a las víctimas. Veo al primer Presidente del Gobierno de la Historia, que no condena las bombas que los chacales hacen estallar en toda España -salvo Cataluña-, para recordarle que siguen ahí y que debe tenerlos en cuenta como interlocutores políticos válidos.
Yo veo a dos presidentes autonómicos llevando al Congreso de los Diputados sus respectivas expectoraciones ideológicas, fruto de sus delirios y de sus fiebres de grandeza aldeana. Con el apoyo unas veces explícito y otras algo más larvado del Presidente del Gobierno y de su partido, veo en ello claras intenciones de dinamitar la Constitución y la convivencia entre los españoles y separar a esas dos regiones de un cuerpo común que durante siglos, ha crecido llamándose España.
Yo veo a millones de iletrados y reaccionarios ciudadanos que protestan airadamente en las calles de varias ciudades españolas, contra leyes y decisiones tan bondadosas como la profundización en la universalización de la ignorancia estudiantil, la segmentación de un archivo nacional en virtud de un mero chantaje político, la aprobación del matrimonio entre personas que albergan tiernos sentimientos hacia las de su mismo sexo o la negociación de tú a tú con una banda asesina especializada en reventar las nucas y los estómagos de cientos de personas inocentes.
Yo veo un acoso sistemático, vía acción directa, contra una emisora de radio que cumple con su deber democrático de poner a estos actores de opereta frente a las mil contradicciones en las que incurren a diario. Veo que no les importa amenazar, amedrentar o amagar, si con ello estiman que acallarán o atemperarán las voces que critican sus errores, sus actos de mala fe y en último término su sectarismo y su totalitarismo.
En resumen, yo veo una depravación, una miseria y una degeneración moral y ética en nuestros gobernantes como no se había visto nunca en la Historia de España. Veo que la agenda política a nivel nacional está presidida por las necesidades, las necedades y el rencor de unos dirigentes que no merecen llamarse tales y que no ven más allá de sus propios impulsos de supervivencia y de aferramiento a sus prebendas y bicocas.
¿Alguien más ve lo que yo veo?
Feliz Nochevieja a todos y muy feliz y próspero 2006.
Lucio Decumio.
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