06 abril 2004

Nuevas amenazas integristas islámicas

A continuación y dado su interés informativo y sociológico, reproduzco el comunicado enviado por el Grupo Ansar Al Qaeda en Europa al diario ABC, en el que advierte a España y a su Gobierno de que convertirá nuestro país en un infierno de atentados, sangre y muerte, si no retiramos las tropas de pacificación que tenemos estacionadas en Irak. Al parecer, el Ministerio del Interior y los Cuerpos de Seguridad del Estado, no le restan credibilidad a las amenazas, sino que por el contrario, las toman muy en serio, algo de lo que me alegro, en vista de los últimos acontecimientos que nos ha tocado vivir.

En fin, ahí va el texto, con mis pertinentes anotaciones, claro está.

-"En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. ¿Cómo no váis a combatir contra gente que ha violado su juramento, que hubiera preferido expulsar al Enviado y os atacó primero? ¿Les tenéis miedo, siendo así que Alá tiene más derecho a que le tengáis miedo? Si es que sois creyentes...

Veamos; o el traductor del texto es un analfabeto sintáctico o las frases, las preguntas y las afirmaciones recogidas en este primer párrafo no tienen ni pies ni cabeza. Por más que leo y releo el texto, no le encuentro más sentido que el de una concatenación de locuciones absurdas, pergeñadas por algún cerebro recalentado y asfixiado por la presión de un turbante demasiado ajustado. Y sediento de sangre, que es lo peor.

-¡Combatid contra ellos! Alá les castigará a manos vuestras y les llenará de vergüenza, mientras que a vosotros os auxiliará contra ellos, curando así los pechos de gente creyente. Y desvaneciendo la ira de sus corazones, Alá se vuelve hacia quien él quiere. Alá es omnisciente, sabio. (Sura At Tauba 13-15).

Bueno, esta es la típica soflama de un integrista que, o está muy convencido de lo que dice o está muy convencido de que convencerá a quien quiere convencer con semejante arenga. Al margen del contrasentido entre la adjetivación que recibe su Dios en el primer párrafo y los calificativos justicieros con que se adorna en el segundo, la llamada a la Guerra Santa en este pasaje es meridiana. Tanto si es la exégesis libre de algún pasaje coránico o de algún libro sagrado musulmán, como si se trata de versículos reales, la realidad es que hay una búsqueda indisimulada del conflicto y del enfrentamiento con quienes no piensan como ellos. Algo por otra parte, muy real y muy presente en la Historia del Islam.

-Después de que el Estado español haya continuado con sus injusticias y agresiones sobre los musulmanes, con su envío de nuevas tropas a Irak y su intención de enviar más efectivos a Afganistán.

Las injusticias y las agresiones son las que vosotros perpetráis, hijos de mil rameras, con especial énfasis y dedicación sobre vuestros propios pueblos y conciudadanos, a los que sojuzgáis y sometéis sin piedad a través de unas leyes injustas y demoníacas que emanan de la interpretación torticera de vuestro libro sagrado y cuyo perfil feudal cercena de raíz cualquier atisbo de libertad, democracia y libre pensamiento. Entre esas agresiones e injusticias, cabrones de mierda, destacan sobremanera las que cometéis contra vuestras mujeres, madres, hijas y hermanas, a las que maniatáis, esclavizáis, vendéis, maltratáis y mutiláis como si de animales se tratara. No hay mayor vileza que la que se consuma contra los vientres que nos dan la vida y vosotros no sólo cometéis esa atrocidad, sino que la justificáis social y jurídicamente. Ratas.

-Y después de que hemos demostrado nuestro poder para golpearos de nuevo y ensañarnos con vosotros tras los benditos ataques del 11 de marzo.

Vuestro poder es el del miedo y el del fanatismo que inculcáis a los descerebrados que os prestan atención y que se creen vuestras mentiras y vuestras necedades. Pero sois unos incautos y unos inútiles. Habéis golpeado una vez, cuando estábamos desprevenidos y desavisados, pero vais cayendo en cascada y dentro de poco estaréis todos donde debéis; entre rejas o remando en una patera de vuelta a vuestros yermos desiertos. De donde nunca debisteis salir.

-Puesto que hemos colocado unas bombas en la vía del tren de alta velocidad cerca de Toledo y tuvimos la posibilidad de hacer explotar los trenes que pasaron por allí la tarde del jueves pasado y la mañana del viernes, y no lo hemos hecho, ya que nuestro objetivo era solamente advertiros y anunciaros que tenemos la fuerza y la capacidad, con permiso de Alá el Altísimo, de atacaros cuando queramos y como queramos.

Os pillaron con las manos en la masa y todavía queréis hacernos creer que nos perdonasteis la vida. Por muy alto que esté, yo me cago en ese Alá que no os quitáis de la boca y que sólo os sirve como excusa y pretexto para matar a quien no piensa como vosotros y no cree en la porquería de religión adulterada que profesáis.

-Nosotros, el «Batallón de la Muerte», anunciamos la anulación de la anterior tregua y damos de plazo al pueblo y al Gobierno de España hasta el mediodía del próximo domingo 14 de Safar de 1425 [correspondiente en el calendario occidental a ayer, 4 de abril], para que se satisfagan nuestras siguientes reivindicaciones legítimas:

¿Tregua? ¿Cuándo habíais dado una tregua? ¿Y cuáles son las reivindicaciones legítimas? Ah, claro, de eso se trata; de que los pueblos musulmanes no den el salto cualitativo y cuantitativo a su propio siglo XXI y sigan anclados en vuestro propio siglo XV, en defintiva, vuestra propia Edad Media.

-La inmediata y completa retirada de vuestras tropas de Afganistán e Irak, y el compromiso de no volver a dichos países.

Muy bien, retírense todas las tropas españolas de Irak y Afganistán. Pero en justa reciprocidad, retírense también todos los musulmanes de España. ¿Que la mayoría de los musulmanes que hay en nuestro país son buena gente? Indudablemente, como también lo son los soldados que están ayudando a los pueblos de Irak y Afganistán a salir de su miseria y de su postración milenaria. Así que si a los buenos cristianos se les obliga a abandonar los países musulmanes, que los buenos musulmanes también se vayan de los países cristianos. Pero esa idea no gusta y más si hablamos de Al-Andalus, suerte de tierra prometida que los millones de radicales seguidores de Alá aún consideran suya.

-El cese en el apoyo a los enemigos de la Umma Islámica (EEUU y sus aliados) contra el Islam y los musulmanes.

Más de lo mismo. El odio a Occidente desde todos sus aspectos, manifestaciones y ángulos. Occidente, el monstruoso Leviatán que con sus colmillos de libertad, democracia, prosperidad e igualdad, amenaza en el horizonte con devorar a la candorosa, integradora e inofensiva cultura islámica de la opresión, el despotismo, la tiranía y la muerte.

-Si no se satisfacen estas reivindicaciones, os declaramos la guerra, y juramos por Alá el Altísimo y Sublime que convertiremos vuestro país en un infierno y que haremos fluir vuestra sangre como ríos.

El chantaje terrorista en su máxima expresión. O me das lo que pido o te mato. Y pobres de nosotros como les entreguemos lo que solicitan. El alimento de las bestias terroristas y de otras menos sangrientas pero mucho más arteras, es el miedo de sus potenciales víctimas. Cuanto más se retraen éstas, más se crece la alimaña y más terreno les come a sus amedrentados rivales. No se puede ceder ante ellos y sus pretensiones, por más que en un principio, nuestro instinto de conservación nos empuje a transigir. Neville Chamberlain y Edouard Daladier, primeros ministros de Gran Bretaña y Francia en las vísperas de la Segunda Guerra Mundial, no dejaron durante meses de plegarse a las exigencias de Adolf Hitler y así les fue a ellos y al resto del mundo al cabo de poco tiempo.

-Esta se considera nuestra última advertencia al pueblo español y a su Gobierno. «Alá ayuda a quien le ayuda. Alá es Fuerte y Poderoso». La Paz sea sobre quien siga la Buena Dirección.

Eso, id con el diablo a parar al infierno.

-Abu Dujana Al Afgani.

Lucio Decumio.





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