25 enero 2008

Un poco de todo

Bravo por Rajoy y por Espe. Entre los dos, han acabado, al menos de momento, con las aspiraciones de Gallardón de convertirse en el sucesor del actual presidente del PP en el caso de que caiga derrotado en las próximas Elecciones Generales. Un buen batacazo, que aunque tarde, es bien merecido y bien recibido por la inmensa mayoría del electorado "popular".

Llevo algunos días sin escribir. La pereza ha vuelto a hacer acto de presencia, pero aquí estoy de nuevo, dispuesto a purgar el pecado capital con algunas líneas que desperecen mis dedos y pongan a girar mi mente.

En primer lugar, mis felicitaciones a Rajoy. El fichaje de Pizarro ha dolido en el PSOE y la exclusión de Gallardón -el hombre de confianza de PRISA y ZP en el PP- de las listas al Congreso, más aún. Lo único que cabe reprochar al líder del único partido de la oposición, es el retraso acumulado en la toma de esta decisión, que ha provocado más de un quebradero de cabeza en el seno del partido y que ha ofrecido más de un jugoso titular a la prensa adicta al régimen. Sin embargo y pese a su no presencia en las listas para las Generales, yo no me fío de la reacción que pueda mostrar el individuo en cuestión a medida que se vaya acercando la cita con las urnas. De todos es conocida su inabarcable ambición, su manifiesta falta de escrúpulos y su constante deslealtad hacia un partido y unos militantes a los que considera muy por debajo de su ilimitada capacidad intelectual y de gestión. Gallardón está encantado de haberse conocido y muy enfadado por el hecho de que los demás no reconozcan en él, los enormes méritos y facultades que ve todas las mañanas cuando se mira al espejo. Cuidado.

Lo de Bernat Soria es de juzgado de guardia y acto seguido, de presidio por alta traición. Para los desubicados, decir que este sujeto fue quien hace unos meses, sustituyó a Elena Salgado, "Miss Forbidden", al frente del Ministerio de Sanidad. Como es costumbre y hábito en este Gobierno, no ha hecho nada reseñable en estos últimos meses y lo que haya hecho, seguramente lo habrá ejecutado pésimamente. Pero ese no es el motivo de que me refiera hoy a él. Este tipo, nacido en Valencia, forma parte de Acció Cultural del Pais Valenciá o lo que es lo mismo, una ramificación, una sucursal, una franquicia de ERC en la Comunidad Valenciana, eso sí, enmascarada bajo el amable barniz de una asociación cultural. Pues bien, algunos de los lemas que enarbolan y pronuncian los miembros de esta cándida asociación y que a continuación reproduzco, son un poco molestos y ligeramente insultantes hacia España y los españoles. "Caña a España" o "Viva Terra Lliure", son algunas de las lindezas que deponen los integrantes de esta asociación, de la que repito, forma parte, es socio, el actual Ministro de Sanidad del Gobierno de España. Cese fulminante o dimisión, es lo mínimo que se podría esperar en este caso, pero como conocemos perfectamente el perfil tabernario y barriobajero del Gobierno, pues no pasará nada. Es más, quién sabe si no recibirá alguna condecoración o mención al efecto, de manos del propio Presidente. Este, como otros tantos, es un caso ilustrativo del doble rasero y de la doble vara de medir que se emplea en España para juzgar según qué comportamientos. Si en 2003 se hubiera descubierto que un ministro del Gobierno de Aznar formaba parte de una asociación que por ejemplo, negara el Holocausto, se habría liado una que ni la caída de las murallas de Jericó, vamos.

Y lo de Joan Olivé es para meterle un paquete de no te menees. Este fulano se descolgó hace unos días, con unas deposiciones intelectuales dignas de los jugosos atracones de sectarismo con que se homenajeó durante su etapa de director de TV3 en tiempos del infausto Pujol. En ellas, llamaba literalmente "chorizos" a todos los españoles, "por el mero hecho de serlo". Es decir, que este sinvergüenza, apoyado únicamente en el odio y en la bilis que destila la necrosis de sus neuronas nacionalistas, llama ladrones a todos los naturales de un país -que incluye, tal vez no se haya dado cuenta, a su propia región- por el simple hecho de haber nacido en el mismo. Una argumentación intelectual de peso, sin duda, que pone de manifiesto la estatura moral de este individuo y que nos pone en alerta, acerca de los contenidos de los espacios que emitía la emisora pública de televisión que él dirigía. Si quien estaba al cargo del puchero catódico de Pujol piensa así, cómo no serán quienes estaban a su cargo y bajo su responsabilidad. Lo más preocupante es que tras la marcha de aquél y el encumbramiento del Tripartito, las cosas ha ido notablemente a peor, aunque pueda parecer mentira.

Pero eso sí, si yo digo que inmigración masiva e ilegal y delincuencia están íntimamente relacionados, cometo un pecado de lesa corrección política que deberé purgar presentando mis respetos a todos los déspotas, sátrapas y tiranos que se congreguen en la próxima cumbre de la Alianza de las Civilizaciones. Claro, que posiblemente tengan razón la miríada de defensores de la intrínseca bondad de los inmigrantes que llegan a millares todos los días a nuestro país -óigase como ejemplo el último tema de La Mari, de Chambao, "Papeles mojados", para hacerse una idea del pensamiento progre al respecto-, cuando al leer estas líneas me tilden de xenófobo y racista. Y es que hay que tener mala leche y ser muy sibilino para deslizar la idea de que inmigración y delincuencia están unidas como uña y carne, al hacer saber a todo el que quiera informarse, que en los siete crímenes de violencia doméstica que han tenido lugar durante lo que va de año, la mano ejecutora ha sido un extranjero y las víctimas o españolas o extranjeras. Asimismo, no tendré perdón de Dios ni del abuelito de Zapatero, si digo que casi el 35% de la población reclusa en España, es de origen inmigrante, magrebí y andina, básicamente. Y lo que es peor, a la vista de la crisis económica que nuestros infames dirigentes se niegan a reconocer, estos datos sólo pueden verse incrementados en el futuro, desgraciadamente.



Lucio Decumio.

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